El sonido de un tocadiscos resonaba de forma rítmica, llenado la sala con una melancólica melodía. El día nublado, la ventisca solo complementaba el aura nostálgico de un departamente sin luz, solamente iluminado por los escasos rayos de luz que atravesaban las espesas nubes grisáceas.
Un hombre de cabellos negros admiraba la vista de los edificios desde su apartamento, absorto en sus pensamientos y memorias de años pasados. Recordando cada cosas que algún día le alegró el corazón.
— Hey bro... ¿No crees que ya es hora de que lo aceptemos?
La voz calmada de alguien que solía ser estruendosa llamó la atención del azabache, sacándolo de sus profundos pensamientos y atrayendo lo a la realidad gris.
— Tú tampoco lo has aceptado Bo... — La mirada del azabache se dirigió al chico de iris doradas — Desde que ellos se fueron nada ha sido lo mismo
El semi albino bajo la cabeza con pesadez, las palabras de su amigo resonaban, ya que sabía que tenía la razón.
— A veces me pregunto ¿Qué hubiera pasado sí no hubieran estado juntos ese día?...
El azabache asintió con tristeza, exhaló el aire de manera ruidosa y se colocó de pie, comenzó a caminar lentamente alrededor de la sala, su contrario le seguía los movimientos con la vista y lo observó detenerse ante el librero que había cerca del ventanal que daba al balcón.
El azabache se inclinó revisando los libros, leía los títulos y sonría con bastante alegría al recordar cómo consiguió algunos de ellos, entre eso uno destacó: un libro de tapa dura color blanco. Tomó el libro en sus manos y vio como en la portada estaba escrita la fecha de sus años de preparatoria hasta su graduación. También tenía varios stickers de búhos, gatos, onigiris y de algunos videojuegos.
Abrió el libro, la primera hoja tenía escrito, con una hermosa caligrafía y en dorado : "Máquina de recuerdos".
— Hey Koutarou! Mira lo que encontré...
El mencionado giro su cabeza para observar al antiguo capitán de los gatos, quien solo hizo un gesto con la mano para señalar que debía caminar hasta su lado. Con disgusto el semi albino se levantó del sofá y camino al lado del chico.
— Esa es la letra de Keiji... — Susurro una vez vió el título
— Sí... Akaashi tenía una letra preciosa...
Pasaron la primera página, la segunda tenía escrito, en más pequeño, pero con la misma letra: "Para poder ser capaces de revivir estos días en nuestras memorias. De esta forma podremos viajar en el tiempo cuando seamos viejos". Justo cuando acaba el escrito se podía divisar el dibujo de un gato viejo, ambos amigos rieron por eso.
— Kyanma jamás bueno para dibujar animales.. — Aseguró el azabache
— Es verdad — Rió suavemente el contrario
La siguiente hoja tenía una foto un poco borrosa de un azabache de ojos azules con orejas de gato, el chico estaba sonrojado e intentaba tapar la cámara con su mano. Los hombres rieron al recordar ese día
— Mi Keiji lucía tan lindo con oreja de gato!... Fue un infierno convencerlo para que se las pusiese...
— Lastima que al final se arrepintió y trato de tapar la cámara...
Cambiaron de páginas hasta encontrar otra interesante o divertida, ambos estaban tratando de superar la melancolía que les atraía el día.
— Oh! Mira!... Recuerdas ese día?
— Cómo olvidarlo? Kenma estaba tan feliz que no soltaba ese trofeo, no pudo evitar sonreír por una semana y todos en el equipo creían que estaba enfermo — explicó el más alto
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La máquina del tiempo [KurooKen/BokuAka]
FanfictionKuroo encontró una forma de viajar en el tiempo y junto a Bokuto revivirán sus días junto a las personas que más han amado