Terminó de vestirse con las túnicas que recientemente le había regalado su Dawang, sonriéndole a su reflejo mientras pasaba sus manos por la tela para eliminar las pequeñas arrugas recién formadas.
—Hoy si me veo bastante bien.—Se halagó sin poder evitar soltar una pequeña risita.
Era poco común en el comportarse de una manera tan egocéntrica, pero realmente se veía más que bien.
Su nueva túnica le recordaba a la vista del cielo nocturno que podía apreciar desde sus nuevos aposentos. Incluso la cálida capa que había sido agregado para evitar que pasara frío contaba con pequeñas incrustaciones de diamantes, estos brillaban como las estrellas.
Había peinado su cabello de forma distinta, con una media coleta y un largo listón que esperaba por ser atado.
Sus labios volvieron a curvarse en una sonrisa, mientras que ajustaba la cinta de su cabello. Era notorio el gran esfuerzo que había hecho para verse así de bien, incluso la noche anterior utilizó toda su fuerza de voluntad para irse directamente a la cama y no quedarse despierto hasta las tres de la madrugada escribiendo su nueva novela. No es que siempre fuera un desastre, pero sus bellas facciones constantemente eran opacadas por las ojeras bajo sus ojos y como, según su querido Hermano Pepino, siempre parecía a punto de sufrir un colapso de puro estrés.
Había estado esperando ese día con tantas ansias.
Caminó hasta la cama, sentándose en ella mientras que tomaba un libro para entretenerse en lo que esperaba el arribo de Mobei Jun. Hace una semana que el demonio había tenido que viajar, y aunque Qinghua le había insistido para acompañarle (culpaba al amor, en otro momento él no querría enfrentarse a los peligros del reino de los demonios), solo le bastó con recibir la seria mirada del demonio de hielo para saber que la decisión ya había sido tomada, y que Qinghua no podía hacer nada para convencerle de lo contrario.
Sabía que era porque Mobei Jun se preocupaba por él, pero ahora que ambos conocían los sentimientos del otro, no podía evitar sentirse ansioso cuando se iba a solas a tan peligrosas misiones. Sabía que Mobei Jun era muy fuerte, el demonio de hermosos cabellos oscuros y un tormentoso pero apuesto rostro podía defenderse por sí solo pero eso no le quitaba peso a su preocupación.
Como fuera, no le quedaba otra opción que esperar a que su rey volviera sano y salvo. Más porque ese día era de suma importancia.
Qinghua reconocía haber cometido más de un error con su amada novela, que terminó con que esta se volviera más erótica de lo que había esperado al principio, pero no podía hacer nada cuando en su momento solo sobrevivía del dinero que ganaba con esta.
La gente quería ver a Luo Binghe asesinando gente y dándole más que amor a las jóvenes cultivadoras, ¿quién era Qinghua para negarselos cuando las visitas y el dinero aumentaba gracias a esos elementos? Era casi vergonzoso admitirlo, pero en ocasiones tenía el ritual de revisar los comentarios en búsqueda de ideas y justo en uno de esos días donde apenas llevaba 300 palabras escritas que no iban a ningún lado, es que encontró su salvación en un comentario.
Alguien había dicho lo divertido que sería que en la novela también festejaran San Valentín, y fue como si el espíritu de la inspiración se hubiese apoderado de su cuerpo que en un solo día fue capaz de escribir más de veinte mil palabras. Qinghua no sintió su mano por una semana, pero valió la pena al leer la cantidad de comentarios alabandole y como sus suscriptores crecían, pagando cada vez más.
En realidad había sido muy sencillo. En su novela había hablado sobre una situación donde Binghe tenía que salvar a una cultivadora de una prominente secta (con quien Binghe obviamente se involucró en la cama). Una de las cultivadoras comenzó a contar la historia de una diosa, que había estado perdidamente enamorada de un cultivador inutil. Tras mucho pensarlo y con el permiso de sus hermanas quien le dieron la condición que su origen jamás debía ser descubierto, la diosa se había convencido de visitar al hombre bajo el disfraz de una cultivadora de bajo rango para acercarse al hombre, quién había sufrido una desviación de Qi por un accidente al salvar a un pueblo de maliciosos demonios.
ESTÁS LEYENDO
Descubrimientos inesperados - Moshang
FanfictionShanq Qinghua tiene una meta para ese San Valentín: Conseguir que Mobei Jun le lleve a la cama. Sin embargo, puede que su plan no resulte de la manera esperada. Arte de: 북강 남엔❄🐹@gosonamen