☕ 4 ☕

2.9K 281 19
                                    

(T/N) ______pov.


-Pienso que tienes una obsesión grande por él capuchino.-comentó Edward con una pequeña sonrisa, eleve una ceja y fingí una mueca de indignación, prácticamente había pasado dos meses desde que él me invitó y no me arrepentía de haber aceptado. Dejé mi capuchino en la mesa, se había vuelto casi una costumbre para ambos venir a Shirley's café en las tardes que él no salía de campamento con su familia.

-Tu eres él culpable.-lo acuse, él rió entre dientes.

-Tienes razón pero al parecer te disgusta él frío.-negué con la cabeza.

-No me disgusta, solo que con el frío lo único que quiero es un delicioso capuchino.-repuse.-por cierto nunca te he visto comer.-pensé en voz alta al recordar todas las veces que me acompañaba a la cafetería en él instituto y también cuando veníamos aquí en Shirley's café no pedía nada.

-Ya te lo he dicho yo no me gusta la comida.-dijo Edward encogiéndose de hombros.

-¿Y de que vives?.-pregunte con una sonrisa burlona.

-______, si te lo digo se que correrías lejos de mi o dirías que estoy loco.-Edward hizo una mueca de tristeza.

-Dimelo estoy segura que no me asustaré.-tome un sorbo de mi capuchino y por un instante lo mire a los ojos, por un momento él parecía dejar de estar tenso y mirarme con calidez.

-No soy humano, deberías haberlo sospechado.-me encogí de hombros.

-A veces soy demasiada distraída.-explique, él cruzó los brazos a la altura del pecho.

-Si, me he dado cuenta, supongo que no fui del todo honesto desde al principio.-lo mire confundida ¿a que se refería?.

-¿Qué quieres decir?.-el bajo la vista avergonzado.

-El día que te invite por primera vez en realidad no fue para conocerte fue por una apuesta que propuso Emmett y que yo acepte.-respondió, reí entre dientes.

-Uno hace ese tipo de cosas.-no estaba enojada y mucho menos molesta, solo tenía una duda.

-¿Ya lo has hecho?.-preguntó frunciendo el ceño.

-Mi hermano y yo una vez hicimos una apuesta.-conteste con algo de nostalgia, me había alejado demasiado de mi hermano....

-¿Eran unidos?.-preguntó Edward, a veces pensaba que él podía leerme la mente.

-si, pero con él tiempo nos convertimos en completos desconocidos tal vez porque él sale demasiado y casi nunca esta en la casa.-suspire, Edward entrelazó su mano fría con la mía.

-El te quiere _______, Solo que el necesita su espacio.-hizo una pausa.-Rosalie y yo no somos cercanos pero aun así la quiero.-sonreí.

-Lo se, ¿Por Que me elegiste a mi?, se que hay demasiadas chicas en el instituto que de seguro esperaban que tu las invitarás ¿Por Que a mi?.-pregunte con curiosidad. Él me miro vacilante y con el debate interior reflejado en los ojos, alzó la mano y recorrió rápidamente mi pómulo con las yemas de los dedos. Su piel estaba tan fría como de costumbre, pero su roce quemaba.

-Porque eres distinta a todas las chicas, muchas pensaban en cosas de amor y fue cuando tu pensabas en un capuchino entonces pensé en invitarte y después distanciarme pero no pude hacerlo, pasar tiempo contigo _______, es una de las mejores cosas que me han pasado.-sentí que me ruborizaba.

-¿Acaso eres un lector de mentes?-el sonrió y asintió.-Dime en que color pienso.-lo reté.

-Piensas en él negro.-respondió, abrí los ojos de parte en par sorprendida porque él había acertado.

-Desde ahora te prohíbo que leas mi mente.-Sus ojos brillaron con una repentina astucia.

-Lo hago si prometes salir conmigo este sábado a un lugar, aunque creo que después me arrepentiré.-propuso, yo asentí aunque no entendía porque su secreto era tan malo.

-propuso, yo asentí aunque no entendía porque su secreto era tan malo

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
𝐂𝐚𝐩𝐮𝐜𝐡𝐢𝐧𝐨 (𝐄𝐝𝐰𝐚𝐫𝐝 𝐂𝐮𝐥𝐥𝐞𝐧 𝐲 𝐭𝐮)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora