CAPÍTULO 2

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Son las siete de la mañana, me acaba de sonar la alarma y del susto que me he pegado me he caido al suelo desde la cama, suerte que no hay tanta altura me levanto y me preparo me pongo lo primero que pillo por que me voy a cambiar ahora en casa de Valeria y bajo a desayunar, mi madre está preparando unas tostadas con mermelada y crema de cacahuete para llevarme a clase, la interrumpo en su acalorada tarea

-!mama! que haces -la asustó como de costumbre

-Joder hija me has asutado

se ríe entre carcajadas y me pega un pequeña colleja a modo de broma por supuesto

-perdona mamá no quería asustarte jajaja

mentira era lo que pretendía desde el principio , tampoco me considero una mala hija solo que mi madre se asusta muy rápido y es divertido ver los saltos que pega, me acuerdo una vez que mi hermana y yo la asustamos tan fuerte que estaba haciendo zumo y del susto que se pego se lo tiro todo encima, aunque nos intentó estrangular luego se estuvo riendo un rato con nosotras eso si luego no nos libramos de limpiar todo pero fue divertido

-mama hoy desayuno en casa de valeria que no tengo nada que ponerme y voy a cambiarme allí

-como que no tenes nada que ponerte si tienes el armario lleno

-si mama pero la ropa que tengo ya es muy vieja es de cuando ximena tenia mi edad es hora de renovar y las prendas más nuevas las tienen las chicas- le pongo cara de por fa mama llévame de compras

-vale vale ya iremos un dia de compras y si antes de que lo preguntes si si pueden venir las chicas

-hay gracias mami te quiero te veo mañana

-adiós cariño espera xenia xenia como que mañana

-si mama ya te dije que hoy dormimos todas en casa de leila

-como pero si a mi no me has dicho nada

-vale gracias mama te quiero

y antes de que pueda decirme nada más salgo corriendo y cierro la puerta de casa, por supuesto que si mi madre no me dejara no iría a casa de leila o tal vez si, no se sabe hubo una vez la cual mi madre me castigó una de esas pocas veces que lo hace y esa fue por que me escape por la ventana de mi habitación para ir a ver al chico que me gustaba y me castigo tan fuerte que estuve dos meses sin salir a la calle, pero la blanda de mi madre me dejaba que vinieran las chicas asique no fue castigo castigo , al salir de casa oigo a mi madre a lo lejos decir

-yo también te quiero cariño

Al oír eso me quedo más tranquila pues ya sé que no está enfada me coloco la mochila y me dirijo andando hasta casa de Valeria la cual vive a unos 10 minutos caminando 15 si sois yo

Llego a casa de Valeria más pronto de lo que esperaba me abre su madre como de costumbre

-hola señora Mendoza

-oh venga Xenia, te conozco desde que llevabas pañales por favor deja de llamarme así

-Vale perdoname Claudia

-Mejor pasa quieres desayunar, has desayunado te ha hago unos huevos o unas tostadas

Paso a la casa después del interrogatorio que me acaba de hacer con el desayuno y me río por la situación, Valeria enseguida que me oye baja las escaleras corriendo me coje por el brazo y no me da tiempo a contestar a la proposición del desayuno que la verdad que sonaba bastante apetecible.

-¡Tiaaaaaaaaaaa! Ven sube sube.

Y de nuevo no me da tiempo a decir nada que ya estoy subiendo los escalones de tres en tres, Valeria es mi mejor amiga desde que tengo uso de razón mi madre y la señora Mendoza perdona Claudia se criaron juntas en un pequeña pueblo a las afueras de California así que como ellas se han criado juntas pues valeria y yo también llego a su cuarto, el cual puedo coger las cosas con los ojos cerrados y me pongo el outfit que me ha preparado Valeria el cual no es el mismo de ayer.

El chico de la vallaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora