IV.

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Al poco tiempo de llegar a ese lugar empezaron a jugar en la consola.

— Jennie, ¿Tienes algo de beber?.— pregunta la alfa mirando a la omega quien pauso el juego para después mirarla haciendo que Lalisa se pusiera nerviosa.— C-claro si no es molestia.

— No hay problema, Lisa.— contesto la Omega quien se levantó y se fue a una cómoda, sacando una bebida.— Estoy muy mareada, al parecer ya comenzó.— murmuró la Omega para después caminar con algo de dificultad hasta llegar a la alfa.— Toma, Lili.

Lalisa noto algo extraña a la omega esto hizo que se levantará de su lugar y la tomara de los hombros mirando a como la Omega miraba el suelo; con delicadeza levanto la cabeza viendo como la chica la miro su rostro estaba sonrojado y sus feromonas con olor a tequila y menta salía de ella haciendo que la alfa reaccionara alejándose.

— J-Jennie t-tú estás en celo.— dijo la alfa algo nerviosa ya que nunca estuvo en una situación así.— T-te tengo que ir a comprar supresores... ¡si, eso!.— la alfa camino hasta llegar a la puerta.

Lalisa cubrió su nariz para evitar que las feromonas de la Omega la afectarán.

— L-la puerta está trabada.— susurro la alfa al forcejear con la puerta y está no abriera.— No, no, no. ¡Tengo que salir de aquí!.— estaba tan concentrada en la puerta que no noto la presencia de la Omega quien estaba detrás de ella.

— Lili...— llamó la Omega poniendo un pie al lado de la Alfa.

Lalisa supo que no debía caer en los deseo que su lobo interior, el cual en el momento de escuchar su nombre salir de esos rosados labios  quería follarla una y otra vez, pero ella resistió.

Corrio hacia donde se encontraba unas cajas y a lado una ventilación, Lalisa estaba completamente llena de pánico que no noto cuando fue inyectada por algo que salió de la ventilación.

— ¿Donde estás...?.- la Omega podía sentir sus feromonas en toda la habitación, poco a poco perdiendo la cordura.

Lalisa solo escucho a la Omega sintiendo un dolor punzante en su hombro.

— ¡Auch! Pero que ...— vio una jeringa en su hombro, la tomó con sus manos temblorosas, tirándola al suelo, comenzado a sentirse mareada.

Al poco tiempo Lalisa cayó inconsciente por la droga que le había inyectado. No supo cuánto tiempo había pasado, sólo sintiendo como alguien la jalaba hacia la cama. Su mente estaba difusa y su vista borrosa, sólo podía podía ver como la Kim se subía arriba de su regazo y comenzaba a contornear las caderas.

Aún poco mareada tomó las caderas de la Omega y restrego su creciente ereccion contra la entrada húmeda de Jennie.

— Por fin despiertas, Lili...— dijo la Omega quien aún se encontraba arriba de Lalisa.— Que tal si me ayu..— antes de que pudiera terminar de hablar la Omega sintió los labios resecos y rudos de la Alfas chocar contra los suyos.

Lalisa movía sus labios como si quisiera follarle la boca con su lengua.

— ¡Aagh~!.— gimió por el beso que Lalisa le estaba dando, tan obsceno, sin una pizca de dulcera.

Jadeo cuando la Alfa mordió su labio inferior haciendo que abriera la boca y pudiendo meter su lengua en ella. Jennie no pudo evitar mirar hacía abajo, notando cómo la polla de Lalisa se ponía cada vez más dura.

— Esto fue fácil...— susurro la Omega, acariciando el bulto en los pantalones de Lalisa.

交  ›  THE MARK OF MI ALPHA  𖥻JLDonde viven las historias. Descúbrelo ahora