Kurokage - One shots.

The Wolf Club.

El "Wolf Club" era peculiar pensó Kageyama, aunque ya el sabía lo peculiar que Akaashi era y eso, bueno era de esperarse, pero aunque se repetía eso en su cabeza Tobio Kageyama en realidad no esperaba encontrarse con algo como esto, incluso tratándose de Akaashi.

Keiji Akaashi es, bueno, Keiji Akaashi. Cuando Kageyama conoció en su primer año en la universidad a quien sería su roommate nunca pensó que aquel joven de cara tan bonita pero tan severa sería alguien con gustos tan peculiares ¿o debería decir particulares? Ya el mayor le había dicho que estaría bien si ampliara su vocabulario. Pero bueno, esos primeros días fueron un poco extraños, le gustaba que el mayor fuese tan tranquilo y que no hiciera muchas preguntas personales, además es bastante comprensivo y siempre dispuesto a ayudarle en lo que necesite, sin embargo, de alguna manera, era un poco misterioso, aunque así se debía ver el mismo, pensó, Keiji nunca se mostró reacio a hablar de su vida, si le preguntas algo el te lo responde con total normalidad, y es así con todo, pero si le preguntas y te responde con evasivas entonces, o sospechas o lo ignoras, y gracias a que ahora está más cómodo con su relación con su roommate, pues decidió dejar de ignorar el tema que le había causado sospecha desde que lo conoció.

Keiji Akaashi no es alguien a quien te imagines saliendo de fiesta o a por unos tragos regularmente, por eso las salidas a medianoche dos o tres veces por semana y el hecho de apagará su teléfono siempre que ocurría le había dejado mala espina, es decir, si no tienes nada a qué temer ¿Por qué tratar de no ser localizado? Además que las salidas era religiosamente los mismos días de la semana, a la misma hora, con la misma estética de ropa.

─ Oye Keiji... «dijo Kageyama mientras cerraba el libro que había estado leyendo» ─ ¿Puedo preguntarte algo? «le miró pensativo, atento a todos sus movimientos mientras el mayor se arreglaba para salir esa noche»

─ ¿Quieres saber a dónde voy? «le dijo el de ojos color esmeralda sonriéndole, sus ojos destellaron como si hubiese estado esperando a que el menor mencionara algo respecto a eso, siempre ha sido respetuoso de no preguntar lo que él no quiere decir, pero Keiji sabe que la curiosidad termina ganando, así fue con el mismo, al fin y al cabo»

─ Yo entiendo si no quieres hablar de eso, estás en todo tu derecho, pero... no lo sé, tengo curiosidad, sales los mismos días, a la misma hora, la ropa que llevas es siempre negra...

─ Has estado prestando atención ¿No es así? Puedo decirte que no soy un criminal, pero creo que no me creerías a dónde voy y qué hago si no lo ves con tus propios ojos... ¿Te gustaría venir conmigo alguna vez? «le preguntó el mayor sentado ahora delante de él, llevaba unos pantalones entallados color negro que perfilaban muy bien las curvas de sus piernas que están bien trabajadas y también llegaba a delinear el bulto en su entrepierna, su camisa del día era una camisa a botones negra con los puños con pequeños hilos plateados, sencillo, mínimo, pero atractivo»

─ ¿Puedo? Es decir, como las pocas veces que mencioné algo evadías el tema, pensé que no debía meterme....

─ Pues sí, pero teníamos dos meses de conocernos y vivir juntos, para mí no era conveniente decirte nada en ese momento... además, hay alguien que quiero que conozcas, me parece que se pueden llevar muy bien...

─ No tengo ropa tan elegante «había dicho Kageyama, desviando la mirada de la entrepierna de Keiji, nunca había pensado en él de manera lasciva pero era indudable que es atractivo, para cualquier ser humano independientemente de si es hombre o mujer, Keiji Akaashi tiene sex appeal, y el muy desgraciado lo sabe»

─ No te preocupes por eso.

Ahora que habían llegado al sitio, entendía porque Keiji decía que no le creería. Es un lugar con aire bastante sobrio, pero el tema predominante es evidente, lleva la estampa y el olor a sexo clavado hasta el los rincones las recónditos tanto del lugar como de los allí presentes.