◖ capítulo siete ⌕

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—¡Jiwoo!

La castaña se volteó hacia la de cabellos rubios que se acercó a ella a paso apresurado, Jungeun dejó un beso en su mejilla como saludo, haciendo que se ruborizara.

—Hola —murmuró encantada. Se sonrieron.

—Mañana hay una muestra de arte, tengo dos entradas, tienen desde pinturas hasta un show de danza. ¿Quieres acompañarme?

Jiwoo rió con algo de nervios, con vergüenza murmuró:—Lo siento, iría pero... Tengo una cita con alguien más.

Heejin en parte sonrió con orgullo al ver la expresión emocionada de Jungeun desaparecer.

—Oh, bueno —dijo, acomodó sus cabellos largos con algo de incomodidad.

—N-No es lo que piensas —negó, moviendo sus manitos frente a ella—. Voy a... Ver a alguien, al cementerio.

—Oh, Jiwoo, no necesito explicaciones —dijo Jungeun, aunque se notaba más aliviada después de escuchar eso y volvió a sonreír—. Lo siento mucho.

—No, está bien.

—Bueno, lo dejamos para otro día, ¿sí? —ella asintió—, nos vemos, cuídate —besó su mejilla otra vez para despedirse, antes de salir del estudio con una encantadora sonrisa en sus labios.

Fue al vestuario y lo primero que le dijo a Heejin fue un "No sé si me gusta".

—¿Cómo que no sabes si te gusta? —preguntó la más alta—. ¡Jiwoo! Tiene cara linda, le gusta la danza, sonríe bonito y tiene un abdomen donde podrías lavar la ropa. ¿Cómo que no te gusta? ¿Sabes lo que ahorrarías en la lavandería?

Jiwoo rió por lo del abdomen.

—Te recuerdo, Heekki, que mi tipo son las flacuchas, sensibles, que piensan mucho, critican a la sociedad, me dan atención y me cuidan mucho.

—No conozco a nadie así —negó.

—Claro, yo tampoco.

Practicó su baile una vez más, su entrenador le dijo lo mismo de siempre, pero que hoy había mejorado un poco más, así que la dejó ir más temprano.

Tomó su celular y vio varios mensajes de un número que no le hablaba desde hacía unas cuantas semanas.

—Hyejoo dice que ha mejorado lo suficiente para dejarle usar el celular más de una hora al día —le comentó a Heejin. La más alta se encogió de hombros, en verdad, no le gustaba mucho hablar de ella desde lo que había pasado—. Aún le queda mucho en el loquero para que pueda salir —comentó, con algo de alivio.

—Jiwoo, no lo digas así, queda muy despectivo, ella no tiene la culpa de estar mal —habló la pelinegra, su ceño estaba ligeramente fruncido.

Kim la miró un segundo hasta que suspiró, asintiendo.

—Tiene la culpa de otras cosas —habló por lo bajo.

—Tampoco, ella no lo hizo a propósito —corrigió
—. La depresión hace que hagas esas cosas, y que hables tan feo no la ayuda —Jiwoo parpadeó rápido para despejar su vista, Heejin acarició su cabello—. Ella no tiene la culpa de lo que me pasó, ¿está bien? Fue un accidente, necesita apoyo con lo que tiene, no le tengas rencor, no va a cambiar nada —continuó hablando con tranquilidad, aunque Jiwoo no reaccionó—. ¿Qué tal si hago tu comida favorita? —preguntó mirándola, quien negó.

—Hace meses que no como eso.

—Lo sé, por eso te lo estoy ofreciendo.

La mayor lo pensó un momento.

—¿Puedes hacer eso? —cuestionó, a lo que ella hizo una mueca de "Puedo intentar"—. Bueno, me gustaría...

Jeon asintió y sonrió, hacia mucho que no cocinaba tampoco.

La comida favorita de Jiwoo eran unos tacos picantes en donde Heejin básicamente metía todo lo que quedaba en la heladera, le agregaba una que otra cosa más, y resultaba en una especie de revuelto, al que la castaña le gustaba poner picante, lo podía comer sólo o con una tortilla de maíz para que tuviera más interés.

Al final del día, Jiwoo estaba con una verdadera sonrisa y un rubor en sus mejillas, totalmente encantada y sintiéndose mimada.

—Gracias.

—No me agradezcas, tonta —hizo un gesto con su mano para que no se molestara.

—Eres muy linda conmigo, siempre lo fuiste.

—¿Sentimentalismo? Nada de sentimentalismo, Kim.

—Heejin.

—Kim.

—Te amo.

Heejin sonrió mínimamente, sus mejillas se ruborizaron.

ghost of you; heechuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora