◖ capítulo nueve ⌕

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—¡Feliz Cumpleaños, Jichuu~!

La casa se llenó de aplausos y victores, Jiwoo sonrió complacida, mientras su amiga Yeojin lanzaba confeti sobre ella, Chaewon sacaba fotos y Haseul le gritaba a la menor por intoxicar su pastel perfecto con papeles de colores inmundos, Jungeun reía por tanto caos y tanto griterío, a pesar que eran ellas cuatro de invitadas, cinco con Jiwoo.

Seis con Heejin.

—Jiwoo, tengo tu primer regalo en tus veinticuatro años —murmuró Jungeun cerca de su oído, se apartó para ver su rostro y sonreírle de forma encantadora, ella la miró con ojos expectantes.

La rubia sólo tomó sus mejillas y unió sus labios.

Yeojin gritó como colegiala, Chaewon alzó las cejas mientras sacaba fotos de eso también, y Haseul comenzó a decir que dejara a la niña en paz, que era momento de comer pastel y no de comerse la boca.

Heejin bajó la vista y la mantuvo en sus pies hasta que supo que el beso se había acabado, lo primero que hizo Jiwoo fue mirar hacia ella, con temor de que Heejin estuviera herida por aquello.

La pelinegra negó, sonrió de forma honesta.

—Es la indicada —dijo, y Jiwoo pudo escucharla perfectamente a pesar de que estaba al otro lado de la cocina.

Pasaron unos minutos luego del festejo de la canción de cumpleaños, en donde las cuatro se sentaron a esperar en los sillones de la sala a que la Kim menor terminara de cortar el pastel.

—¿Alguna habló con Hyeju? —preguntó Chaewon, con lo que las otras dos negaron.

—No volví a hablar con ella desde lo de Heejin —dijo Yeojin, directamente.

—Shhh —la cayó Haseul—. Jiwoo se la está pasando muy bien y ahora tenemos a esta chica
para distraerla, no arruinen esta noche —palmeó el muslo de Jungeun, se sorprendió por lo duro que estaba— .¿Cuánto ejercitas? —preguntó.

La rubia se había quedado con lo anterior, así que frunció el ceño, algo ofendida por ser considerada una "distracción", no sentía ser eso.

—¿Qué?

—Oh, no, no —Im negó, agitando su mano—. No te lo tomes personal —añadió, sonriendo—. Es que... Jiwoo ha estado muy mal al respecto y como no estarlo... Después de un año, pero, al menos te tiene a ti ahora, no sé que sean, pero hacen una linda pareja, le hace bien tener a alguien así de nuevo.

Jungeun se detuvo unos segundos a pensar pero terminó negando.

—La verdad, no estoy entendiendo. ¿Quién es Heejin? ¿Qué pasó?

Escucharon un plato caer y se volvieron con miedo hacia Jiwoo, sabiendo que había escuchado.

La castaña levantó el plato con las manos temblorosas, rió de forma nerviosa y dijo un "Está bien, no pasó nada, no se rompió", antes de limpiarlo un poco y dejarlo en la mesa para acomodar una porción de pastel sobre este.

Sintió a Heejin abrazarla por la espalda y se obligó a respirar mientras unas lágrimas amenazaban con caer, Jeon ajustó el abrazo, haciendo que se tranquilizara un poco más.

—¿Jiwoo? —alzó la vista hacia Jungeun, quien estaba a un metro de ella, con expresión preocupada—. Lo siento. ¿Estás bien?

Asintió sin más.

—Heejin es mi ex novia —dijo, hablando para la rubia pero sin mirarla directamente—. Hace un año, vivíamos en un edificio de departamentos, era mi cumpleaños, y estaba Hyeju, quién en algún momento fue mi amiga pero estábamos muy alejadas para entonces... Mi cumpleaños fue una excusa para que no se encerrara en lo de sus padres por una noche. Ella tiene una depresión muy severa, y estaba en un mal día, así que la estábamos ignorando y en un momento de la fiesta, desapareció, había ido hasta la azotea, en el último piso, eran un total de diez, planeando lo que crees que estaba planeado. Heejin fue la primera en darse cuenta y fue corriendo desde nuestro piso, el seis, hasta la azotea, llegó apenas segundos antes que yo, había ido por el ascensor. Hyeju había querido tirarse, Heejin la salvó, pero terminó cayendo ella... Y cuando llegué, fue solo para ver lo peor.

Su voz estaba dura y sus mejillas estaban empapadas, en la sala, Chaewon, Haseul y Yeojin discutían en lo bajo que deberían haberle contado a Jungeun antes de venir para evitar darle un mal rato a la castaña, y que eran todas unas estúpidas.

Jungeun tomó un par de servilletas y se acercó a ella con delicadeza, limpió sus lágrimas con suavidad, mientras su otra mano se posaba en su brazo y dejaba leves caricias.

—Jiwoo, lo siento muchísimo —dijo, haciendo que esta llorara un poco más con esas disculpas, que venían siempre que salía el tema—. Estoy segura que Heejin te ama, donde sea que esté, y te cuida con todo el corazón, tienes un ángel para ti ahora, estás más que bien y protegida —acarició sus mejillas y Jiwoo sonrió mínimamente. La mayor dejo un beso en su frente—. Tienes a muchos que pueden acompañarte si te sientes sola, ¿lo sabes no? —ella asintió—. Bien, que no se te olvide, ahora me tienes a mi también —la abrazó y Jiwoo se dejó esconder en su pecho, abrazando su cintura.

Heejin sonrió y se sintió un poco mal por dentro, pero estaba feliz que de su pequeño pingüino pudiera al fin ser feliz con alguien, alguien que estaba viva y podía vivir con ella.

Se acercó en silencio, colocando una mano en el hombro de Jungeun, haciendo que un escalofrío la recorriera.

—Le rompes el corazón y te atormentaré el resto de tu vida —susurró en su oído, y los ojos de Jungeun se abrieron ampliamente.

ghost of you; heechuuDonde viven las historias. Descúbrelo ahora