Namjoon es un joven de 24 años, soñador, trabajador, sin planes de amor a futuros, en un día de trabajo, su camino se cruza con la persona menos esperada, mientras tanto, las tormentas invernales son signo de mal augurio, pero, tal vez sea un signo...
Namjoon ya no podía más, con cada paso que daba menos familiar le resultaba, y como no, si había dado una vuelta equivocada terminando en quien sabe dónde, cada paso era más pesado que el anterior, su abrigo también se había puesto frío debido a las bajas temperaturas, sin darse cuenta estaba llorando un poco pero sus lágrimas parecían congelarse, hasta que, casi se cae, de no haber sido por qué se estabilizo.
Se comenzó a sentir cansado, sus ojos se estaban cerrando poco a poco, ya no podía más saco su teléfono para llamarle a Taehyung y que esté viniera por el pero, su celular no prendía, maldita batería, no pasaban autos y no había nadie fuera sin embargo escucho como un auto se estacionaba, voltio pero no vio nada, no podía más, perdió fuerzas y se hubiera podido lastimar de no haber sido por qué alguien lo tomo de su hombro y su cintura a tiempo, miro, su vista era borrosa, no podía ver con claridad, era una cabellera negra y por lo que veía una vestimenta del mismo color.
Aquella persona lo cargo, era un hombre pues si fuera una mujer lo hubiera ayudado pero no lo hubiera cargado, estaba demasiado débil como para hablar, aquel sujeto estaba cálido, lo que Namjoon deseaba era eso, estar cálido en su casa, aquel hombre comenzó a caminar.
Lo poco que pudo divisar fue el ver cómo ambos entraban a un auto, todo era cálido, se relajo y poco a poco su vista se fue aclarando nuevamente y pudo divisar a aquel joven y por fin hablar.
Jo-ven, Jeon.. es, us-ted
Si soy yo, tuviste tiempo de que te encontrara a tiempo, afuera es un infierno pudiste haber muerto congelado
Gracias, por, haberme, ayudado
No hables, te cansaras más, mejor descansa un rato
Yo.. no, puedo – finalmente tal y como lo había advertido el joven pelinegro, Nam se quedó dormido profundamente, cayendo rendido en los brazos del joven, entonces el chófer hablo interrumpiendo al joven el cual acariciaba la fría pero suave piel del moreno –
Jefe quien-
Eso no te incumbe ahora vámonos de una maldita vez
Si jefe
Entonces el auto arranco, el joven Jeon apreció un poco más detalladamente las facciones del moreno sonriendo levemente, acurrucó mejor el cuerpo del moreno entre sus brazos y cerró sus ojos susurrandole al oído.
* Ahora eres mío.. solo mío Kim, Nam-Joon *
No había marcha atrás, su presa estaba ahora entre sus manos, su plan había iniciado y por nada ni por nadie se echaría para atrás, después de todo, lo que le gustaba, se volvía suyo y nadie se metía con el pues sabían que Jeon ******** no era cualquiera y ahora que tenía a ese bello chico entre sus manos, sería una guerra a sangre contra quién se atreviera a tentar contra el.
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