CAPITULO 1: MASOQUISMO NO ES VALENTIA.

1K 74 169
                                    

Era primero de año y los empleados de la empresa donde trabaja mi padre se reunían para festejar el comienzo de un año nuevo lleno de prósperos proyectos. Como siempre no iba a ir no soy un empleado del lugar, no tendría porqué, pero este año fue diferente. La invitación se extendió para empleados y familia. No es como si fuera a desaprovechar un día entero en un complejo balneario privado donde podría descansar, aun me quedan tres días libres antes de volver al trabajo, y al mismo tiempo tener a los mocosos entretenidos.

—Hola disculpe mi atrevimiento. ¿Es usted el modelo de Versace?

—Si, Katsuki, un gusto —extiendo mi mano libre en forma de saludo.

—Taishiro, el gusto es mío —estrecho mi mano–. Mi esposa me compró un juego de los calzones que modela porque según ella el modelo era bellísimo. Aunque debo confesar que los calzones en mi no le hacen justicia a tal belleza, y claro está que no se equivocaba respecto a eso.

—Acá entre nos, la tabla de medidas de la marca es diferente a las convencionales. Debe comprar un talle menos para que le queden realmente bien.

—Así mismo no hay comparación. No quiero sonar descortés, pero es usted hermoso y me preguntaba si..

—¿Si saldría con usted siendo casado? —ir con vueltas nunca fue lo mío, el hombre asintió pensando que lo mandaría al carajo—. Por supuesto, lo bueno de salir con casados es que no exigen ni prometen nada que no pueden dar. Pero debo aclararle de antemano que me importa una mierda si está mal con su esposa o si hace mucho que no tienen intimidad. Me basta con saber que me desea.

—En ese caso me encantaría que me diera su número para ponernos en contacto.

—¡Kacchan! —hacia tanto que lo escuchaba llamarme así, pero su voz era inconfundible —¿Cómo estás tanto tiempo? Estás radiante hoy —soltó apenas se puso a mi dale. Él también está radiante después de casi 4 años de no vernos en persona, aunque es obvio que tanto él como yo, hemos seguido nuestras noticias desde las sombras.

—¿Me disculpa? Estaré todo el día aquí, aparte no tengo donde apuntarlo ahora —dije dirigiéndome hacia el cuarentón que se caía de bueno con el que estaba hablando, el hombre asintió y se retiró para que pudiera "saludar" a mi conocido prometiendo buscarme luego.

—¿Qué necesitas Deku? Es mi día libre y no quiero arruinarlo peleando contigo.

—¿Por que pelearíamos? Debo decir que ese short de baño te queda de infarto y que cada día estas mas bello.

Que tengo un cuerpo de infarto a pesar de tener dos mocosos no es ninguna novedad, es puro mérito propio. Soy el arquitecto de este monumento. Además de ser parte de mi trabajo mantenerme en forma y cuidar mi aspecto.

—Aja, el traje de baño de tu esposa tampoco está nada mal —le di un sorbo a la lata de cerveza que tenía en mis manos—. Resalta muy bien sus curvas.

—Sí, pero es más de lo mismo que vengo viendo desde hace más de diez años, y podría decir que ya aburre.

—¿Qué propones para dejar atrás tu aburrimiento?

—Vernos más seguido en otro ambiente, más íntimo.

—JA ¿Ósea que tanto prólogo para decir que quieres follarme? —el inútil asintió victorioso—. Pues voy a decirle una cosa señor Midoriya, para que la tenga bien presente —me voltee para enfrentarlo—. Usted puede follarme las veces que quiera, donde quiera, cuando quiera y como quiera, siempre y cuando no esté su esposa presente. Un respeto por favor, que ella se hacía bien la tonta cuando follábamos cada que podíamos en la secundaria y aun así nunca dejó de tratarme bien.

Eterno Amante [DekuKatsu]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora