Eterno Amante [DekuKatsu]

CAPITULO 6: NO ES NECESARIO, PERO ES LO JUSTO

Y ahora después de cuatro años de frialdad entre nosotros hace la insinuación de volvernos nuevamente íntimos. Decir que mi corazón se me quiere escapar del pecho es quedarse corto con lo que estoy sintiendo en este momento solo puedo pensar "aguanta garganta que aun no empieza la guerra" para calmar un poco el revoleo de mariposas en mi interior.

Retirado en la tumbona de madera que se encuentra en un costado de la piscina trato de leer mi vieja copia de "Huss Huss", pero no puedo dejar de ver a cierto peliverde que me roba más de un suspiro. No entiendo qué me pasa hoy, estoy nervioso y agitado como la noche en que me le declare frente a su puerta, bueno si se le puede llamar a eso una declaración.

Lo veo jugar con Yami y el corazón se me estruje por la culpa de ver que, como a pesar de habérselos negado, se las arregló para que mis hijos lo tuvieran en alta estima siempre. Siempre esperando que se apareciera por la casa para jugar con ellos, no soy tonto, puede que trabaje todo el día y que él se marchara de casa de su madre tres minutos antes de que llegara a recogerlos, pero sabia bien que los frecuentaba en mi ausencia.

El cuarentón se acerca nuevamente a sacarme platica, no tengo ganas de hablar así que meto la mano en mi bolso y le doy una tarjeta con el numero de mi agente, habiendo logrado su cometido se marchó dejándome nuevamente solo con mi libro. El cual estaba de adorno mientras miraba lo que no debía mirar, lo que no era mío bajo mis gafas de sol.

Una epifanía de la última conversación que tuve por teléfono con Shoto me golpeó como un mazo de realidad.

Dime kats, ¿A que esperas? Que el día de mañana le de un ataque como a su padre de tanto trabajar para darte cuenta que ninguno obtiene la felicidad completa sin el otro. Soy testigo de toda la mierda que su padre le hizo pasar por culpa de ese matrimonio obligado, por lo que te voy a decir que solo lo he visto ser plenamente feliz en dos oportunidades. La primera fue cuando se escondían de todos en la preparatoria y la universidad, y luego cuando empezaron su relación clandestina. Puedes amar mucho a tu libertad y a tus hijos, pero también puede ser una prisión si no tienes con quien disfrutarla ni verlos crecer.

Cuanta razón tenía ese bastardo. Tarde comprendí que si nunca estuvimos juntos fue por culpa de terceros y no por falta de amor.

Me había puesto como bandera nunca renunciar a mi libertad, y eso estaba bien cuando tenía 17 años; pero luego se esfumó de mi vida el día que mis hijos llegaron, en realidad yo mismo la saqué por la ventana para dedicarme a ellos.

Estaba sumergido en el pozo autodestructivo que suele ser mi cabeza cuando se llama de malos pensamientos, que no me percate que caminaba así donde estoy con Yami en brazos.

—Kacchan, dice que tiene frío. De pronto cambió el viento y quiso salir del agua.

Saque del bolso su toalla en forma de poncho con capucha de Dynamight, se la coloco y lo acurruco en mi pecho notando que ya tiene sueño. Es natural, llegamos a las 9 de la mañana y no ha parado de correr y jugar en todo el lugar.

—Gracias Deku —dije mientras lo tapaba con otra toalla y lo acunaba para ver si así se rendía.

—De nada, iré a ver a Gogo —asentí y me quede en la tumbona mientras escuchaba a mi hijo contarme cómo junto con su padre y las pistolas de agua habían fastidiado a más de una vieja.

—Papi quiero una muu —lo deje en la tumbona y busque en el bolso uno de los biberones que había preparado en casa con la cantidad de fórmula necesaria para una toma, solo debía agregarle agua tibia.

Veo a mi madre que salía de lo que parecía ser una cantina con una bebida que a leguas se notaba que era un Daiquiri de durazno, le hago señas para que se acerque y rápidamente lo hace.