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-Hola! Qué tal?

-Shuichi despertó con la sorpresa de un mensaje de Ouma, pues después de escribirle se quedó dormido, pero repentinamente despertó en la madrugada. Estaba sediento y bajo a la cocina a por un vaso con agua. Al subir de nuevo se percató de que estaba solo, su padre aún no llegaba.

"¿Aún no llega papá? No pensaba que se iba a demorar tanto..."
-Pensó el pelinegro, estaba acostumbrado de que su padre llegará medio tarde, pero nunca se tardaba más de las 2.

Confundido entró a su habitación y tomo el agua, no creía poder dormirse de nuevo. No iba a repsonderle a Kokichi, ya que era muy tarde y no quería molestarlo. Se recostó en su cama y se quedó leyendo un libro que tenía en su mesa de noche, eso lo podía mantener entretenido hasta el amanecer.

-Amaneció y Shuichi había terminado el libro, no era muy largo, pero era lo suficientemente bueno para tenerlo horas leyendo.

Su padre aún no llegaba.

Shuichi se alistó para ir a clases, tenía algo de ojeras de no haber dormido mucho, pero no podía faltar a su segundo día de escuela. Tomo su teléfono y le respondió a Ouma, le podría haber hablado cuando llegue al salón pero no lo quería dejar en visto. Se hizo un pequeño desayuno y partió.

Estaba sumergido en sus pensamientos y preocupado por su padre, no le quería llamar por miedo a molestarlo, así que solo le quedaba esperar.

Cuando estaba llegando al salón alguien lo empujo hacia una pared apartada de todo, fue un empujón brusco que hizo que Saihara se exaltará.

–Oye, tú eres el de la otra vez?

Una voz femenina tomo por sorpresa al pelinegro, se esperaba la voz del chico de cabellos morados que lo había intimidado la otra vez. Levantó la cara y se encontró a la chica rubia que estaba acosando a Ouma, tenía que admitir que tragó saliva, pues no quería sufrir acoso escolar de nuevo.

–S-sí, soy yo. ¿Necesitas algo?

–¿Eh? ¿Por qué me preguntas eso? No es cómo si fueras a decir de algo.

Historia narrada desde el punto de vista de Saihara.

Siendo honesto, no sabía que esperar de aquella chica. Si era capaz de intimidar a un estudiante más débil que ella no pensaba oír una buena respuesta de su parte, pero tampoco creí que iba a ser tan directa.

–En fin, te busque para decirte algo, o mejor dicho, advertirte. No le tienes que decir a nadie lo que vez en este lugar, porque no dejaré que ningún nerd como tú arruine mi vida escolar, ¿Entendido?

No sabía a qué se refería. ¿Su vida escolar era intimidar a otros estudiantes? Bueno, eso no era lo más importante. Supongo que me vió de reojo cuando observava a Ouma siendo golpeado, pero no me llamo la atención en ese instante. No me quiero meter con una pandilla, o lo que parece ser una, prefiero tener lo poco que me queda de vida escolar lo más tranquila posible. No mentiría si dijera que sentía impotencia cuando lastimaban a mi amigo, pero no podía hacer mucho con mi delgado y débil cuerpo.

–Está bien, tampoco tengo la intención de meterme en asuntos ajenos. Adiós.

Me fui lo más rápido que pude del lugar, no quería estar un segundo más al frente de aquella mujer. Me dirigí al aula y me senté en mi banco, que por suerte estaba al lado que el de Ouma, me estaba yendo relativamente bien en eso de hacer nuevas amistades.

El tiempo pasó y salimos a descanso. Sentí como alguien se aferraba a mi brazo y al bajar la mirada ví a aquel pelimorado. Estaba con mucha energía al parecer, nada comparado a la primera vez que lo ví. Parece que al considerar a alguien su amigo deja salir toda su energía, y para ser honesto, me gustaba.

Nos fuimos a una banca charlando en el patio, no veía a sus amigos de la otra vez, así que supuse que tenían que estar ocupados en otra cosa.

Me llamo la atención la forma en cuál Ouma me llamaba, "Saihara-Chan".
Me hacía sentir bien que alguien me llamara así, pocas veces he tenido amigos que hayan sentido tanto cariño y confianza para tratarme de esa manera. Aún me daba vergüenza compartir abiertamente mis gustos y vida con Ouma, pero sentía que poco a poco me iba abriendo hacía él.

Me preguntaba cómo iba a reaccionar mi padre hacia mí nueva vida social. Siempre me criticaba con que era un raro que no tenía amigos, y que era vergonzoso escuchar como sus compañeros de trabajo tenían hijos exitosos con una vida social activa y gran reconocimiento, que era molesto para mí, nadie quiere ser comparado constantemente con otras personas. Cuando volviera a casa y viera a mi padre lo llenaría de historias sobre mis nuevos amigos, seguro estaría orgulloso de mí, ¿no?

—La jornada escolar había terminado, estaba arreglando mi bolso para irme mientras Ouma me esperaba en la puerta impaciente, hace días decía tener una sorpresa preparada para mí y hoy quería mostramela.

Salimos del aula y nos dirigimos a un callejón cerca de la escuela, era un lugar desolado y algo sucio, ¿Qué clase de sopresa podía tener dentro? Nos adentramos más y Ouma me tapo los ojos, nos estábamos acercando.

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PERDÓN SI QUEDO CORTO O PEOR QUE EL OTRO, SON LAS 3AM Y TENGO SUEÑO 😭

Cuando vuelva a mi querido hogar actualizaré con más frecuencia jeje, gracias y buenas noches. uwu

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⏰ Última actualización: Feb 19, 2022 ⏰

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 ♡-.My favorite lies | SaiOuma pregameDonde viven las historias. Descúbrelo ahora