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La luz de la luna iluminaba tenuemente la cama donde ambos chicos se encontraban, el pelicastaño no había podido dormir, el enojo, la tristeza, la indiferencia y el cansancio se mezclaban para crear un sentimiento extraño, un sentimiento que no le había permitido dormir a lo largo de la noche.

Sabía que, de un tiempo a la fecha, las cosas con el rubio habían cambiado drásticamente, y sinceramente ya estaba harto, quería huir, pero en el fondo de su consciencia, había una voz que le recriminaba, es decir...¿Cómo dejaría al chico que lo cuidó en su momento? Pero su corazón le suplicaba huir, ya no sentía el mismo afecto que sentía al principio, miró al chico, quien se encontraba durmiendo a su lado.

Pero Jungwon no era un cobarde, ¿O si?

Un brazo rodeó su cintura, se exhaltó levemente y miró al chico.

-¿Por qué no has dormido?

"Porque trato de terminar todo este desastre..."

-Me acabo de despertar...

Quizás tenía miedo.

Miedo a la soledad.

Porque él le había dicho que no encontraría a nadie más que lo amara.

Porque, en sus palabras, Jungwon era vano y él le daba valor, sin él...Jungwon no sería nadie.

Claro que sabía del pequeño juego de manipulación que tenía el rubio para con él, su mente lo sabía, pero ¿Por qué seguía cayendo en sus mentiras? No las creía, claro que no, pero después sentía una presión extraña en el pecho, como si estuviera haciendo algo malo. ¿Eran verdad esas palabras?.

Él reunía la famosa "Triada Oscura*", había logrado mover sus piezas en el tablero de forma que logró atarlo, envolverlo y finalmente encadenarlo.

"Cuando un narcisista actúa por interés propio en detrimento de alguien, generalmente persigue la versión perfecta de si mismo."

Amoral y egoísta.

Había tirado de las cuerdas como si el castaño fuera alguna especie de títere.

Frío y sin principios, aunque parecía un caballero al inicio.

La fachada del chico tierno, amoroso y cuidadoso se esfumó en cuanto vió que tenía asegurado al pelicastaño. La verdadera personalidad de Sunghoon había salido a flote.

Sin pensarlo dos veces, Jungwon podría decir que el contrario era alguien sumamente inteligente, conocerdor de infinidad de cautivadores temas, alguien que tenía bastante labia.

Era un maestro de la manipulación.

Jungwon estaba atrapado en una jaula de la cual, posiblemente, jamás saldría.

Necesitaba estar al mismo nivel, porque no entendía cómo funcionaba la mente del contrario. Pero sin duda funcionaba de una manera macabra.

Era un psicópata.

La impulsividad con la que el mayor actuaba, llegaba a sorprenderlo, porque no recordaba haber conocido, haber salido con el chico que obraba de esa forma.

Siempre era lo mismo.

Huía, regresaba, huía regresaba.

Sorprendentemente, Jungwon, de ser alguien independiente, pasó a ser dependiente. Dependiente de un psicópata, maquiavélico y narcisista. La combinación de rasgos más escalofríante que existe hasta la fecha.

Necesitaba entender la forma en que los engranajes funcionaban. Porque si quería salir, debía entender ¿Cómo? ¿Cómo un humano lograba manipular a otro?

Swain ━━ JayWonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora