Hecha para ti

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Piel suave. Cabello sedoso. No podemos permitirnos un experimento desagradable a la vista. Color cabello, castaño. Ojos celestes, siempre celestes. El celeste es bueno, es excelente. El celeste es sumisión, es acatamiento, es obediencia. Altura, 1.65. Pequeñas y agiles.

Caterin Watson. Doctora Caterin Watson. 24 años, recién egresada. Séptimo experimento en LCA.

-Espero que el sujeto esté listo doctora.

Ella levantó la vista de su computadora y se puso de pie al escuchar al doctor Héctor Mol. Se puso seria. Este hombre la pone nerviosa.

-Ya se logro crear el chip e implantarlo en el sujeto.

-¿Donde se encuentra el sujeto?

Caminaron hacia el tubo de vidrio gigante con liquido verdoso en su interior que era como una placenta que envolvia al bebe que dormitaba.

-Espero que sea un buen chico.

Caterine asintió con la cabeza y se acerco nuevamente a su computadora.

-El sujeto es una chica.

Miro a su equipo de trabajo y les ordenó que liberaran al sujeto del tubo para revisarlo.

Los enfermeros de blanco se acercaron al sujeto y apretando una serie de botones en clave abrieron la compuerta que los separaba del bebé. Al abrirse, el liquido verdoso comenzó a caer al piso como una cascada. No tenia ningún olor. La textura era viscosa. Tomaron al sujeto con unas pinzas y lo recostaron en una camilla metalica, fria y anticeptica. El bebe aún estaba cubierto por viscosidad y envuelto con plasma de placenta en pocision fetal.

La doctora sintió náuseas. Se acercó a la mesa y rompio la bolsa con un bisturí. La viscosidad calló a los lados y el liquido que envolia al bebe lo siguió, liberandolo. Éste comenzo a llorar. No era común. No como los otros experimentos. Los otros experimentos no lloraban. Llorar es demaciado hunano. Este llanto era similar a una risa. Como si estuviera burlando de la situación. Como si se burlara de ella. Caterine comenzó a sudar. Se sintió vulnerable ante su creación. Y pensar que ella era algo similar a una madre para el bebé. Ella lo creó.

Cuando el sujeto dejó de llorar, abrió los ojos. La doctora reprimio un grito. No, no, no...no puede ser.

El bebé tenia los ojos teñido de muchos colores. Como si fuera un extraño arcoiris. No eran celestes. El celeste es perfección. Estos ojos no lo eran.

El doctor Héctor se acercó por atras de ella y le toco el hombro. ¿Cuanto tiempo se quedo estática como una estatua? Queria llorar. ¿Como pudo salir de este modo su experimento?

Se volteó para mirar a su jefe. Este no presentaba ninguna emoción. Solo miraba al bebé. Luego de unos segundos torció el gesto y dio media vuelta para irse.

-Eliminen al sujeto, está defectuoso.

-No! - Su voz salio antes de que lo pudiera contener. Héctor se detuvo y giró sin quitarle los ojos a Caterine. Su mirada era curiosa.

-¿Alguna objeción doctora? ¿Alguna sugerencia?

Levantó su ceja con altaneria. Ella no podia permitir que mataran al bebé. Pero tenia miedo. Miedo de enfrentarse a Héctor. Sentia que temblaba.

-No...no podemos deshacernos del sujeto. No antes de hacerle algunas pruebas. No sabemos si es peligroso.

-Usted vio sus ojos doctora. El sujeto ha llorado. No es común. No podemos arriesgarnos a algo diferente.

-Y que tal si...-Caterine sostuvo la mirada del doctor todo lo que pudo.Se sentia a punto de entrar en panico .- ¿Que tal si esta diferencia significa mejoría? Puede que este sujeto sea más fuerte, o mas intrépido, incluso mas inteligente que el sujeto promedio creado por LCA.

El gesto de Héctor cambió. Lo estaba convenciendo de algún modo. La doctora podría tener razón tanto como podría estar equivocada.

-Solo déjeme revisarlo, y si no presenta peligro, entrenarlo como el resto de los sujetos.

Él no dijo nada. Solo la miraba como tratando de convencerse de que ella podria ser capaz de hacerlo. Ella aún temblaba. Se sentia tensa.

Héctor dio vuelta y giró el picaporte de la puerta para salir.

-De acuerdo. Pero usted se encarara de ella.

Y se fue. Caterine suspiró y relajó todos sus músculos. Toco su cabello con ambas manos y se giro hacia el bebe. Este le sonreía angelicalmente. Parecía inofensivo. Se acercó a él y lo limpió minuciosamente. Comenzó a sonreir. Era una niña. Una hermosa niña. ¿Como un gran error podría no parcerlo a simple vista? Lo unico que estaba mal eran sus ojos y el hecho de que lloro al nacer. Pero sus ojos, eran hermosos. Como un arcoiris luego de la lluvia.

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