La zorra y las uvas

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  Doña Genoveva,  señora muy considerada en la comarca cultivava en su huerto una           frondosa y hermosa parra, cuyos racimos grandes y maduros , despertaban el apetito de quienes, al pasar, los contemplaban.

Una zorra hambrienta, despues de caminar mucho tiempo buscando algo con que saciar su voraz apetito, paso casualmente por el huerto. Y, claro esta, las suculentas uvas, grandes, lustrosas y jugosas, sobresaltaron su ya desfallecido estómago.

Y al contemplar con ansias los espléndidos racimos colgados de la parra, quido cogerlos con su hocico.

Pero, por más que se afanaba en sus saltos y esfuerzos, no pudo coger siquiera uno de ellos.

Luego de varios intentos vanos, se alejo diciendo:

    —¡QUÉ VERDES ESTÁN! ¡NO LAS QUIERO COMER!

                                                                     MORALEJA

                            Si por tus culpas fracasas, no busques excusas falsas.


Espero que les haya gustado esta fábula.

Esta fábula me enseño el valor de la Serenidad y el Antivalor que es la Astucia.

Nos vemos en la siguiente fábula, sin mas, lindo dia para todos ustedes.

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