Matsuno Chifuyu

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Narrador omnisciente:

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Narrador omnisciente:

Matsuno apenas tenía 14 años cuando sus padres ya querían que este se casara con Mía, una princesa muy conocida con un par de años más que el príncipe Chifuyu. Normalmente, muchos chicos estarían contentos de casarse con una chica un par de años mayor y más madura; sin embargo, Chifuyu no lo estaba. Sus padres le habían comentado su idea, pero aun así a su hijo, pero a este no le había gustado.

Narra Chifuyu Matsuno:

Hoy va a venir una princesa muy conocida y querida por todos, pero no por mí. Nadie me entiende, a mis 14  años no quiero casarme, pero nadie quiere escucharme. Llevo días pensando en escaparme de este lugar, y hoy lo haré, iré a vivir con mi mejor amigo Keisuke Baji y su hermana, sus padres se van constantemente, por lo que nunca están en casa. Me escaparé después de conocer a Mía. Los adultos no van a estar con nosotros, pero me da igual, lo único que quiero ahora es huir... Debería ser responsable quedarme aquí y ser el príncipe y rey, y tener hijos para que hicieran lo mismo.

Unas horas más tarde mis padres me obligan a empezar a arreglarme, aunque quedan dos horas para que Mía llegue, pero finalmente voy al cuarto de baño y me ducho, realmente me entretengo y me relajo. Por lo que sí que estoy un buen rato en la ducha. Cuando salgo me visto y algunos de los sirvientes se ofrecen a preparar comidas que me gusten, pero yo no les digo que es lo que me gusta. Cuando
Mía llega, vamos hacia el salón, la mesa está puesta y ambos nos sentamos. Tengo que admitir que Mía es muy bonita, pero no la conozco y no quiero pasar mi vida junto a ella por obligación.

¿-Te han dicho que eres muy guapo?

-No. -Le respondo de manera cortante y veo como esta sonrisa que hay en su rostro se desvanece.

-Pues lo eres Matsuno.

-Gracias, pero... No utilices mi nombre como si fuéramos amigos.

-Oh, yo l-lo siento.- Habla ella nerviosamente. Yo empiezo a comer, sé que estoy siendo malo con ella, me sabe mal. Pero no tanto, seguramente es una niña mimada que depende de sus padres. Se supone que  yo también, pero hace ya un par de años que llevo diciéndoles a mis padres que me dejen ser más autónomo y, lo he conseguido. El resto de la cena es tranquila, no hablamos y eso me tranquiliza. Pienso en lo que pasará en unas horas, huiré. Sí, muchos dirán que soy un cobarde, sin embargo; ya no me importa lo que piensen los demás de mí ...Yo quiero ser libre, y quien sabe si algún día seré feliz.

Narrador omnisciente:

La cena transcurrió, la pobre Mía no volvió a hablarle al chico, está pensó que quizás él estaba de mal humor. Sin embargo, eso no era cierto. Matsuno estaba bien, un poco agobiado, pero eso se podía arreglar en unas horas. Cuando Mía se durmió, el plan del rubio empezó. Cogió una mochila que tenía preparada junto a un poco de dinero y salió por la ventana, su habitación no estaba muy alta por lo que no se hizo daño. El chico iba con cuidado, en cuanto salió del castillo se encontró con Keisuke quien le esperaba alegremente. Tan rápido como pudieron llegaron a la casa de los hermanos, Chifuyu se sentía libre y bien por primera vez por mucho tiempo.

One shots - Tokyo RevengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora