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Harry tenía ganas de vomitar.
¿Por qué el pelotudo de Niall le dijo que ir a Mar del Plata en tren era una buena idea? ¿Por qué le hizo caso?
Porque él era más pelotudo todavía.
-Rubia, la concha de tu hermana.- Le habló mal en el audio que mandaba al grupo con su primo y mejor amigo, mirando a todos lados para que no le manoteen el celular.- Esto está hasta el orto de gente, hay un olor asqueroso y el tren está atrasado, te juro por mi vieja que nunca más te hago caso.
Guardó muy bien el celular en el bolsillo de atrás de la mochila que tenía por delante, y se estiró la remera como pudo, maniobrando con la campera y la mochila de viaje que le prestó Liam, acomodándola mejor en la espalda. Avanzó a la casilla del tren mientras buscaba el boleto, y ni levantó la cabeza cuando lo empujaron de atrás.
-Disculpá, no te vi.- Era la voz más hermosa que Harry había escuchado nunca, pero estaba muy del orto como para buscarle un rostro.
-No te hagas drama, está todo hasta las bolas acá.- Dijo distraído, y lo único que recibió fue una risita y golpe en el hombro, y supuso que estaba solo de nuevo.
Pudo por fin registrarse y pasar al andén, ignorando el revuelto en el estómago que el olor a de todo le generaba, y se paró cerca de su puerta de subida, bajando la mochila que le pesaba demasiado. Rescató el teléfono del bolsillo, ignorando los mensajes de su ex y de su grupo de la facultad, y abrió confundido el chat de Anne, porque su mamá prefería llamarlo.
-Harry, ¿dónde mierda estás?- Parecía enojada, y escuchaba el ruido de la construcción de fondo.- Tengo al pelotudo de tu novio rompiéndome las pelotas porque no te encuentra, ¿te podés ocupar, que no estoy para que un boludo me esté llamando cada dos por tres? Decile que se consiga un laburo de paso.
-Uh.- Arrugó la nariz, y apretó el botón para grabar.- Sí ma, perdón. Pero hacela corta y bloquealo, porque no va a dejar de romper las bolas.- Suspiró.- Me estoy yendo a la costa, lo decidí ayer después de ver al tarado ese cogiéndose a la prima...- Arrugó la nariz.- Te llegás a reír y te juro que no te traigo una mierda de recuerdo, ¿me escuchaste?
Se giró al instante cuando escuchó una risa muy mal tapada con una tos, y vio a un chico hermoso, de pelo corto y flequillito muy a lo Peaky Blinders, mirando para otro lado, mordiéndose el labio. Entrecerró los ojos enojado y habló fuerte, directo.
-Sí, ya sé. Pero no, no es santiagueño...- Lo miró, haciéndose el boludo.- ... es de Corrientes.- Y el chico se estalló.
Hacía rato que Harry no escuchaba una risa tan linda.
El teléfono empezó a sonar fuerte y atendió rápido y con vergüenza, porque el ringtone era demasiado boludo.
-¿Hola?
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dos amantes del montón
Historia CortaCantame un poco, y te cocino. Después del rock, tu amor y el vino. Un comienzo intenso por una situación de mierda, dos perdidos que se encontraron sin buscarse, que se animaron a poner las cartas sobre la mesa, un futuro en donde la suerte ya estab...