Capitulo 1

7 3 0
                                    

Ese sonido me esta aturdiendo, pero se que en cuento abra los ojos no habra marcha atrás, mi vida se esfumo en un cerrar de ojos, al que creia que era el amor de mi vida me hace aun lado sin ninguna explicación, hoy sera el dia en que tendre que cambiar de rumbo.

El dia de ayer mi abogado me aviso que los papeles del divorcio ya estan listos, así que ya no me queda nada mas que hacer en esta casa.
Observó por ultima vez la que una vez fue mi habitación, un lugar en la que compartí tantos buenos momentos, pero ahora solo son amargos recuerdos.

-Señora Christina, quiere que le ayude a empacar.
-No, ya termine de hacerlo yo, no es necesario, pero gracias Sabina -le respondo con un nudo en la garganta.
Sabina ha sido una de las personas que han vivido conmigo este infierno, aun recuerdo la primera vez que llegue a esta casa; Sabina me recibio con una sonrisa en la cara, esa mujer se ha convertido en una de las personas que ha sufrido conmigo en el fracaso que fue mi matrimonio.

-Sabina, sabes donde esta Ethan, no me gustaría toparmelo cuando me vaya.
-El señor se encuentra en su despacho, desde ayer- dice apenada-. Sabina, te voy a pedir un favor, Ethan no debe enterarse de lo que estuvimos hablando, ya no tiene caso que el lo sepa.
-No se preocupe, el señor no se enterara de nada, pero por favor cuidese mucho.
-Creo que ya ha llegado el momento, si necesitas algo avisame-murmuro al borde de las lagrimas.
Y antes de que esto se convierta mas difícil salgo de esa habitacion, dejando atras cada recuerdo, cada momento de felicidad, cuando llego al final de las escaleras escucho él ruido que hace la puerta del despacho al abrirse, en ese momento mi corazón empieza a latir desbocado, cuando dirigo mi mirada hacia la puerta del despacho, esta ahora el, siempre bien vestido, con su traje de tres piezas y su cabello bien peinado pero con ese mechón rebelde que le cae enfrente, sus ojos color verde y su piel blanca que desprende aquel aroma que me volvía loca cuando estabamos juntos.
-Pense que te irías sin despedirte Christina.
-No tiene caso despedirnos, lo que teniamos que decirnos ya lo hicimos-le grito-.Eres un cobarde Ethan por rendirte tan pronto, tu amor hacia mi se acabo demasiado pronto.
Como quisiera golpearlo o que sintiera la minima parte del dolor que estoy sintiendo en este momento, y verlo ahi apoyado en el marco de la puerta, con la mirada baja, es por que le duele que me vaya.
-Christina, esto lo estoy haciendo por ti, un día me lo agradeceras-comenta al mismo tiempo en el que se acerca a mi.
Tenerlo tan cerca de mi y no poder abrazarlo es una tortura, poder respirar su olor y poder acunarme en sus brazos y olvidar todo.
-Vete a la mierda, esto lo haces por ti no por que piensas en mi, y cuando te des cuenta de tu error, ya no te amare más y estare con otro que me ame en verdad-lo que le dije en verdad le dolio, por como se descompuso su rostro al imaginarme con otro.
No quiero escuchar ni una sola palabra de el, y antes de que me vuelva a decir que es por mi bien, me dirigo hacia la entrada, tengo que salir de esta casa con la cara en alto, y tampoco dirigir mi mirada hacia el, por que seria capaz de mandar todo al demonio y decirle que lo amo, que no puedo estar sin el.

La puerta se cerro detras de ella, y mi mundo se rompio ante mi, dios sabe que amo a esa mujer mas que a mi propia vida, pero no puedo atarla a mi, no quiero que sufra, asi que es mejor que piense que la deje de amar y no sepa lo humillante que es mi realidad.
-Va a dejar que se valla-murmura una voz a mi lado.
-Es lo mejor para ella Sabina, no le puedo hacer esto.
Y era verdad no la podia condenar a un infierno a mi lado, terminaría odiándome o lo peor, solo estaría conmigo por lastima, y antes de que pasara eso, preferiria verla feliz ,aunque debo admitir que me dan ganar de matar al tipo que se atreviera a tocarla, aunque se que seria lo más normal después de nuestro divorcio que ella rehiciera su vida.
-Ethan, te conozco desde que naciste y se que te mueres por ir detras de ella- me grita -. Sabina, ya basta, es mi vida y se que hacer con ella.
-Como usted quiera, después no me diga que no lo advertí.
Dios esa mujer es muy testaruda, pero ha sido como una madre para mi, y al momento que se va a la cocina escucho como va maldiciendo en voz baja pero no lo bastante como para que yo no la escuche, ese es un carisma de Sabina, dice palabrotas al por mayor.

Y es en este momento en el que siento el gran vacío que me ha dejado esa mujer, esta casa se llenaba de luz con tan solo su presencia, aun puedo percibir muy débilmente el olor de su fragancia, y siento que me vuelvo loco al saber que yo mismo la eche de mi vida, pero no puedo ser tan egoista y permitir que viva a mi lado los dias que me esperan, seran un gran tormento y dias en los que el dolor sera intenso, no le podía hacer esto al unico amor de mi vida, a la unica mujer que he amado .

En Mil Pedazos Donde viven las historias. Descúbrelo ahora