Capítulo 3
Entre miradas
Desperté dandome cuenta que no había descansado nada, había dormido 3 o 4 horas máximo. Las ojeras y mi cara de cansancio se debía a las palabras de mi padre la tarde anterior, le había dado mil vueltas en mi cabeza y aún no encontraba alguna persona, o a la persona que se refirió papá, no encontré respuesta alguna. Bueno, mejor dejo de matarme la mente en eso, a lo mejor nisiquiera tiene que ver conmigo, o bueno, eso era lo que yo quería pensar.
Quité esas ideas de mi mente y voltee hacia un lado de mi cama donde se encontraba la mesita de noche, allí estaba el despertador, y marcaban las 07:30am, espera, ¡SON LAS 07:30am! ¡O por dios, voy a llegar tarde!.
Y si, tenía razón, yo entraba a Trembley a las 08:00am y me había levantado muy tarde, bueno, tienen que entender que solo descansé 4 horas, o hasta 3, Bueno, este no es el tema.Me levanté de inmediato, tan repentino que me mareé, pero nada que no pudiera controlar. Me dirigí al baño e hice las cosas que se hacen allí, no creo que tenga que especificar...
Luego que estaba lista bajé literalmente corriendo a la planta baja de la casa, que estaba vacía, imaginé que papá ya se había ido a su trabajo, cuando escuché a una voz llamar mi nombre.—Sarah, ven acá un momento—gritó mi padre desde su oficina, la misma oficina donde lo escuché decir aquellas palabras ayer, las mismas palabras que no me dejaron pegar un ojo esa noche.
Se que suena estúpido, y dirán ¿Cómo esa simple conversación que tuvo su padre por teléfono le afecta tanto?, y bueno, no me importó que mi papá estaba hablando por teléfono, ya que era muy típico en el, la verdadera preocupación era ¿Con quién estaba teniendo esa conversación?, ¿A quien se refería cuando decía que "no me puedo descuidar, y mucho menos a ella ahora que está saliendo y socializando con personas, es peligroso que se entere..." ¿Quien no se tiene que enterar, y de qué? ¿De quién...
Mientras estaba volviendo a caer en los enormes enigmas de mi mente escuché a mi padre repetir mi nombre de nuevo.
—¡Sarah!—dijo mi padre con un poco de molestia en su voz.
Oh no, si está molesto no podré sacarle nada de información.
Tratando de concentrarme en otra cosa que no sea la frase que andaba rondando en mi cabeza, avance a la oficina de mi padre para que no se molestará más.
Llegué a su oficina, y el estaba sentado en su escritorio con su portátil en el mismo.
Por alguna razón del universo me acordé que iba tarde, se me había olvidado por completo, y obviamente no quería llegar tarde y mucho menos faltar mi segundo día de clases, así que le dí una sonrisa rápida de labios cerrados a papá y le dije:
—Hola papá, buen día. ¿Podemos hablar luego?, es que voy tarde y no quiero faltar.
Sabía que estaba de mal humor, y también sabía que cuando estaba de mal humor no podía molestarlo mucho, y lo único que quería en este momento era hacerle preguntas. ¿Cómo le preguntaré de quién estaba hablando la tarde anterior?, de verdad no lo sé, ¿Que lo más seguro se molestará conmigo por meterme en sus asuntos?, si, era lo más probable.
Pero en ese momento solo quería llegar a Trembley antes de que se me hiciera más tarde.
—Hola, buenos días. Si, vé, hablamos luego— dijo con la mirada fija en su laptop.
—Ok, adiós— apenas terminé la frase, me alejé y corrí a buscar a Adam, ya que de mi casa a Trembley eran aproximadamente 15 minutos, claro, sin no había tránsito, y para que eso no sucediera tenía que ser un día de mucha suerte, porque estábamos hablando de Vancouver, una de las ciudades más concurridas de Canadá.
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Secretos
Mystery / ThrillerSer la única hija del gobernador de una de las ciudades más concurridas de Canadá no es un cuento de hadas. Todo empezó mi primer día del tercer año de secundaria... Habrán muchas preguntas, pero a la vez varias respuestas. ¿Se desatan los misterio...