Narra Yasmin
Desperté con un horrible dolor de cabeza, dormir en un sofá no es lo más cómodo que digamos.
Abrí mis ojos por completo cuando note que Soobin estaba mirándome fijamente, hecho aún en la camilla con un yeso que cubría una de su pierna derecha.
—¿Estas bien?
—¿No debería ser yo la que preguntara eso?— dije mirando su yeso -¿aún duele?.
—No, ya estoy mejor
Aunque no sienta dolor en su pierna, algo le preocupa profundamente.
—¿Te preocupa no volver a jugar?
Él asintió algo triste.
—Él médico me dijo que con terapias puede que tu pierna se recupere y vuelvas a jugá pronto.
—Gracias por quedarte aquí conmigo.
—No es nada, en serio.
—Mis padres están en el extranjero, así que no tengo a nadie que venga a visitarme- dijo con un semblante triste.
Me levante del sofá y me senté a un lado de su camilla, toque su hombro en consolación, sé lo que se siente estar solo en muchas ocasiones; aunque mi madre viva en la misma casa, es como si no existiera.
—Yo vendré a visitarte, si quieres puedo pedir los apuntes de tus compañeros para que no te atrase en las clases.
Soobin sonrió mostrándome sus oyuelos y me abrazo fuertemente.
—Muchas gracias, Yasmin.
Me soltó y sus manos se posicionaron en mis hombros mirándome fijamente; en unos segundo esa mirada se hizo más intensa y pasaron a mis labios, antes de poder reaccionar, Soobin junto sus labios con los mío en un beso cálido. Mi corazón latía a mil por hora sin saber como reaccionar ante ese acto.
Narra marce
Después de la pequeña charla con Yasmin fui en busca de May, y aunque sabía que se encontraba en la cancha de fútbol entrenando yo aun estaba en la entrada pensando el que le diría, no puedo llegar y decirle "oye May, ven aquí y se mi novia"
Al entrar pude ver a May con entrenando junto a todo el equipo, portaba su uniforme y una coleta alta para su cabello, y mientras más la veía más nerviosa estaba, no pude evitar pensar en el primer día que nos vimos, estaba en las canchas de fútbol para poder unirme al equipo de porristas y ella estaba discutiendo con una chica y cuando por fin me vio sonrio y se fue, desde ese momento me la encontraba en todas partes y ahi surgió muestra amistad, mis pensamientos pudieron seguir si es que una voz tan familiar no interrumpiera.
—Hey, llevas parada ahí como por 20 minutos
—Es que venia a buscarte
—¡Qué coincidencia!, yo también estaba por buscarte, quiero hablar de algo contigo
—¿Sobre qué?
—Bueno, es que no se como decirlo, amm... Quiero que conozcas a mi padre
—¿¿QUE?? ¿Quieres que conozca al señor cascarrabias?
—¿Cascarrabias? Bueno, quiero que lo conozcas porque si estamos juntas quisiera que nadie se interponga...
—¿Eso quiere decir que estamos juntas?
—Pues sí
—¿Pero juntas juntas? ¿Como novias?
—Sí Marce, juntas juntas
