[Saiki X Satou] Amor Más Allá Del Poder.

capitulo 8

Holaaa chicos XD se que dije que actualizariá más seguido pero... ¿adivinen a quien se le murió su gato y estuvo en depresión como por 2 meses mientras lidiaba con un dolor insoportable en sus ojos?
De todas formas espero les guste este capítulo.

Tu habitación...

Cuándo kusuo lo llevó al baño, pensó lo peor. Nervioso, no sabía qué iban a hacer y tampoco sabía porque saiki de todas las personas, lo atraía en silencio hacia el en un abrazo.
Intentó alejarse de el (sin éxito) rindiéndose al poco tiempo.
El era sólo unos centímetros más alto que saiki, sin embargo, se sentía pequeño, indefenso, y extrañamente protegido. Pensó entonces qué estaba muy cerca de su rostro, no podía evitar ver cada parte de la cara tersa y suave de saiki... Definitivamente era muy guapo y se preguntó, cómo se vería sin sus gafas; aunque aún seguía apenado (más no disgustado) por como sucedieron las cosas.
Fue en un vago intento por acomodarse cuándo recordó que nisiquiera había probado el pastel de café...

Pasó un rato y Satou simplemente esperó. No sabía que estaba esperando, por lo tanto se quedó en silenció y de hecho se permitió disfrutar de la cálida sensación de la cercanía.
Era raro, jamás se sintió tan a gusto abrazando a alguien fuera de su familia, y no obstante allí estaba, abrazando a un"desconocido" en un baño de una cafetería.

Pasó tal vez mucho tiempo antes de que satou finalmente preguntara que estaba sucediendo; no porque quisiera terminar el abrazo, si no porque saiki cada vez lo apretaba con más fuerza y no dudaba que en algún momento moriría aplastado por un abrazo de oso muy intenso, (después de todo kusuo es el ser más poderoso del planeta).
Satou nunca admitirá en voz alta que ver la expresión de sorpresa y el gran sonrojo en el rostro de saiki cuando se dio cuenta de lo que estaba haciendo hizo que sintiera cosas que no había experimentado, nunca, jamás admitirá que verlo tan vulnerable movió algo dentro de el.

Y mientras nervioso el pobre kusuo explicaba porque estaban ahí, (algo que para Hiroshi fue una muy mala excusa) ambos fueron teletransportados a otro lugar.

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La cara de saiki era de pura y genuina vergüenza combinada con las ansias de esconder el rubor que tenía. El y Satou estaban muy cerca, ambos habían tropezado cayendo uno encima del otro, siendo Satou quien estaba sobre el en la cama de su habitación.
Hiroshi por su parte estaba que se moría de la vergüenza, cuando se dio cuenta de en qué posición estaban, rápidamente se levantó.

Saiki definitivamente había traído "amigos" a su casa antes (nunca por su voluntad) y se emocionó al saber que era su primera vez con un amigo real en su casa.

Quería gritar de la emoción (olvidándose literalmente lo que acababa de pasar) saiki se permitió pensar en cuanto amaba que su amigo estuviera en su habitación, de pie junto a la ventana, mirándolo,  cuanto le gustaba que lo mirará con una intensidad que nadie más que satou puede tener en sus ojos y, en como (¿por que no?) le encantaba, escucharlo, oírlo, olerlo. Su aroma tan común, su rostro tan olvidable y su voz tan normal eran inigualables.
¡Nadie podía ser tan común y al mismo tiempo tan especial!
El silencio de parte de ambos dejó que la imaginación de saiki volara, no pudiendo apartar la vista de esos ojos, ojos negros que hacían que su estómago se revolviera.

Tan emocionado estaba que se había olvidado que su madre también estaba en casa, dándose cuenta demasiado tarde de su error.

—¿kusuo cariño, eres tú?— preguntó la mujer, la voz cálida resonó en la habitación mientras tocaba la puerta.

Saiki suspiro exasperado por tener que interrumpir un momento tan perfecto. "Si madre, soy yo, de hecho traje a alguien conmigo..." hubo silencio y saiki pudo escuchar el nerviosismo de su madre tras la puerta.
«oh cielos, o santo cielo, kusuo trajo a un amigo ¡Un amigo!— la mujer corrió bajando rápidamente las escaleras, saiki tuvo la impresión de que lo último lo había dicho en voz alta. Y saiki se dio cuenta demasiado tarde (otra vez) que en esta línea de tiempo su madre no conocía a nadie de sus compañeros «¡Como olvidaría algo como eso! ¡Como olvidar lo mucho que se emociona solo por traer a alguien!» suspiró, no queriendo pensar en eso por ahora y se centró en su amigo que poco a poco se daba cuenta de la situación «¡Que desconsiderado soy! ¡Tengo que ir a saludar a la madre de saiki!» se dijo a si mismo  abriendo rápidamente la puerta.