Querido Catequista Luis:
El último día que llegue a la iglesia aquí en donde ahora vivo, fue una pesadilla. Las señoras se me quedaban viendo como si hubiese cometido el peor de los pecados y ellas lo supieran, o peor aún, como si hubiese atentado contra ellas.
Desde ese día, decidí nunca más pisar alguna iglesia de aquí, pues tus palabras me han quedado tan claras, que tus enseñanzas han sido fuente clara de lo que quiero no solo en mi relación con Dios, también con mi vida.- Un dia, llegará el juez de los jueces, y juzgará verdaderamente a quien lo merece. Es mejor tener un corazón sano a uno en intento de purificación.
Desde ese día supe que tengo que enfocarme en mi servicio y lo que le ofrezco a Dios de mi. Me pregunto ¿Como le hicieron los judios cuando estaban siendo perseguidos para ser ejecutados, sin dejar de ir a la casa de Dios?
Extraño los sábados por las tardes a las que desde temprano acudía a la iglesia para tomar sus clases de doctrina. También recuerdo lo enormemente orgulloso que usted siempre me decía estar de mi por cualquier cosa que hiciese.
Ojalá mi padre hubiese sido un poco como usted.
Gracias por los consejos, y por todo el aliento y enseñanza que me brindó, quizá nunca lea está carta, pero el día en que me marche, no pude decírselo.
Que Dios esté con usted.
Por ti, Sarah.
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Holi! Hoy fue un maravilloso día para su autora favorita Sheilaaaaa, mi primer día de prepa presencia jskajs, yeiiii<3
Que tengan bonita noche.
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Memorias en cartas (incompleto)
Short StoryTodo comienza con una depresión en la que revives y piensas en memorias que nunca podrás volver a revivir. Empiezas a preguntarte el ¿Qué me ha pasado? ¿Qué le ha pasado a la vida que se ha vuelto tan injusta conmigo? Este es el diario de Sarah Wes...