Ocaso

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~Vamos Mimi, llegaremos tarde, corre.
•Espérame! No soy muy rápida...Espera, como es que corres tan rápido si no ejercitas?-una pregunta directa-
~Siempre me estiro en casa, y no agoto mis energias, pero ese no es el punto corre.
•Vale vale!, ya casi llegamos...
~Fiuuuh llegamos al fin-*jadeo*
•*Jadeo* La próxima vez, no salgamos tan tarde oni~chan.
~Heeee! Si tu eres la que se detuvo durante 15 min. a ver una tienda de mascotas.
•Aún así*jadeo* pudiste haber tirado de mi hombro.
~Bueno eso ya no importa, lo importante es que estamos aquí, fiuh ahora sólo queda esperar.
•Tienes razón-estira los brazos-pero ya son más de las 3 y aún no llega.
~Si...esperemos que no tarde en llegar.
•De lo contrario pasaremos la tarde juntos, no es así? Jujuju...
~*Glup*...Mira quien viene ahí!
•Donde?...
De repente un hombre de estatura mediana y vestido muy formalmente, con una corbata marrón, un saco negro, un pantalón negro y zapatos cafés, apareció de entre la multitud y se dirigió hacia nosotros con la cabeza en alto y sin dejar de mirar Mimi.
-Buenas tardes Miguel Ángel, buenas tardes cariño-dijo con una voz firme-.
~B-buenas tardes Señor Steve, a pasado mucho tiempo.
-Tienes razón hijo, ¿cuanto a pasado?, Como ¿3 años?
~E-eh, no Señor, estoy seguro que ha pasado más que eso jajaja...
-Bueno, en fin, te agradezco que hallas alojado en tu casa a Mimi, y la hallas traído para vernos.
~No se preocupe, no es ningún problema.
-Bueno, si me disculpas me retiro con ella, iremos a ver unas cosas para el nuevo departamento, ¿Vamos Mimi?
•S-si, vamos, hasta luego oni~chan.
~Hasta luego Mimi, vendré a recojerte más tarde-dije en un tono feliz para que no este triste-.
•Está bien!-sonrió, creo que entendió mi punto-.
Me quedé de pie mientras que observaba a Mimi y a su padre caminar hacia el lado opuesto a mi, mientras, en mi mente planeaba que podría hacer al ir a ver a Emily a su casa, pensé que podríamos ir a mi casa a jugar algún videojuego, de todas formas ya descubriría que haríamos más tarde.
De camino a casa de Emily estuve pasando por muchos lugares que antes no había visto, o tal vez por siempre descuido mío había olvidado que estaban ahí. Miraba en mi camino, el atardecer de este mundo, un atardecer puro, sin restricciones, un atardecer bello. Sin pensarlo llego a la casa de Emily, subo las oscuras escaleras y doy a parar en su puerta, estuve a punto de tocar cuando de pronto.
~Waaaaa!!...
•Gheee!!
*estruendo*
Caímos cuesta abajo, dos personas que parecían una bola de estambre enredada por un desgaste, nos veíamos en un apuro, debido al fuerte dolor que tenía en mi espalda deduje que los impactos los había recibido yo...menudo día me a tocado.
•Geehh...Miguel?! Qué haces aquí?
~Hola Emily...*crujido de la espalda* sólo venía a saludar un rato jaja...
•Ehhhh! Me hubieras avisado antes...haaa! No importa te llevare conmigo...
~Llevarme?, A dónde?
•No hay tiempo que explicar, el ocaso no dura para siempre, corre, vamos!
~Wahhh no tan fuerte.
Casi de inmediato me veo arrastrado por una fuerza mayor que la mía, me arrastra hacia un lugar desconocido, atravesando calles, casas, restaurantes y luego una vía de trenes.
~Emily a donde vamos?
•Ya casi, llegamos tu tranquilo.
~Va-vale...
Atravesamos distintos lugares un tanto alejados, pasando por un gran parque que nadie había poblado por pena a destrozar su hermosura, llegamos a la intersección de los puentes de trenes y Emily se paró.
~Donde estamos?-pregunte muy calmado por el aroma de las flores-.
•Sólo admira el cielo...
~oh....
Frente a mis ojos se extendía un lienzo inmenso de color naranja que hacia que me sintiera cálido, el olor de las distintas flores del parque que nos rodeaba combinaba con la sensación que tenía en esos instantes.
Emily tomó asiento viendo como yo quedé perplejo por todo lo que podía percibir.
~Esto...es maravilloso...como encontraste este lugar?...
•Es hermoso no es así?, Lo encontré por error cuando iba a la estación de trenes, me desvíe un poco para conocer otras maneras de llegar y me tope con este hermoso paisaje...es casi mágico...
~Jajaja...enserio lo dices así?...si sabes que la magia es algo inexistente verdad?...
•Que dices?!, Enserio no crees en la magia?...ni siquiera en Santa Claus?
~jajaja...es curiosos por que siempre supe que esa persona con anteojos falsos, y que sólo aprecia en Navidad, era mi padre.
•Miguel Angel...eres muy raro lo sabías?
~shhh, no arruines el momento...
•...enserio?...
Nos quedamos en silencio durante un tiempo, no por que estuviéramos incómodos, si no por que los dos estábamos haciendo lo mismo: contemplar el maravilloso paisaje, y creo que también nos habíamos quedado sin más que decir.
Durante mucho tiempo nos quedamos en una posición, estáticos, contemplando, posiblemente, lo más hermoso que habíamos visto antes
~...Esto es...maravilloso en verdad...
•...Si...oye Miguel...aveces no te has puesto a pensar, que la vida se siente muy solitaria?...
~Claro que si, a menudo lo pienso, pero no le tomo importancia...algunas veces se siente muy incómodo pero nada más...
•...Normalmente siempre paso el tiempo libre aquí por que me ayuda a sentirme libre, pero...con el ajetreo del trabajo de mi padre, y la escuela..extraño tener a alguien a mi costado...o que este ahí para mi
~...Emily...
En ese entonces casi lo había olvidado, pero el padre de Emily era un hombre atareado, según me lo contó era un empresario muy exitoso, nunca me especificó a que se dedicaba su padre.
~...Está bien entonces te haré una promesa!-giro mi rostro hacia ella haciendo que salte-.
•E-ehh?!
~...Prometo que yo siempre estaré ahí para ti!, nunca me iré de tu lado!
•*sonrojo*
~E-ehh digo...siempre y cuando tu lo quieras asi...-regreso mi rostro a la posición en la que estaba inicialmente-.
•...no lo querría de otra forma...-sonríe mientras dice esas palabras-.
~...yo tampoco...
Siempre que Emily sonreía hacia que me llenara de confianza, me sintiera protegido, que mis problemas se vallan...y está vez, no era la excepción.
•...Bueno será mejor que nos vallamos, ya desapareció el ocaso y no queremos que se haga muy de noche.
~Si, tienes razón, ven! Te ayudo a pararte!
•Gracias
No recuerdo mucho después de ese momento, sólo recuerdo un beso en la mejilla, un abrazo muy cálido del cual no me querían dejar ir, y una noche que en ves de estar fría se sentía acojedora.
Debido a que el transcurso y recorrido de mi día lo hice caminando el tiempo se me hizo muy corto, antes de que me diera cuenta ya era hora de que Mimi regrese a casa.
Llegue a mi hogar tan rápido como mis ganas de caminar me dieron, y en el momento cuando estoy abriendo la puerta una voz muy peculiar grita el apodo que he escuchado con más frecuencia últimamente.
•Oni~chan!
~oh...Mimi, como estas?, Y tu papá?
•Estoy bien oni~chan, el me dejó a unas cuadras de aqui, en la estación de buses.
~Oh vale, entonces el sigue con los preparativos de mudanzas?
•...Por qué no pasamos Oni~chan?, está haciendo mucho frío.
~Oh! Perdona, vamos abriguemonos un poco.
•Gracias oni~chan!
Pasamos y cambiamos de ropa, yo en el baño y ella en mi cuarto como lo habíamos echo antes, luego bajamos para preparar algo de cenar.
~Y bueno Mimi que hiciste con tu padre hoy?
•Estuvimos viendo muebles para el apartamento y entre todo eso también estuvimos viendo los trámites del mismo.
~Oh! Vale, supongo que tu padre si es un hombre muy atareado después de todo.
•...si...
~Toma, aquí tienes, unos huevos revueltos como te gustan.
•Gracias oni~chan!...están deliciosos.
~Bueno estaré en mi habitación jugando unos cuantos videojuegos, si quieres puedes venir conmigo y comes arriba.
•Va-vale, subiré en un momento no te preocupes.
~Está bien, hablamos luego.
Me dirijo a las escaleras, subo los escalones y antes de llegar a abrir mi puerta escucho una voz tenue que dice:
•...Por qué es tan difícil decírtelo...
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Hola a todo, perdonen la tardanza, el servidor callo por un tiempo al parecer y se borraron mis avance, aún así mi novela está aumentando en lecturas y favorios, por favor sigan dándole a favoritos, siempre ayuda, además tengo pensado en acabar el libro y publicarlo en físico... los comentarios y favoritos serán siempre de mucha ayuda. Gracias a todos.

Sonata de primaveraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora