Under Suspicion [EdSer] CANCELADA

Prólogo

Julio, 2022

Estambul.

El maldito sonido de la alarma logra sacarme del profundo sueño en el que estaba sometido, mientras me levanto maldigo a ese idiota por quitarme mis benditas horas de sueño, jugar videojuegos hasta las altas horas de la madrugada y combinarlo con alcohol un día domingo, no fue una brillante idea, ser su mejor amigo es un jodido dolor de culo.

Me ducho rápidamente y ni siquiera me molesto en tomar desayuno. Antes de salir me despido de mis padres, evitando esa mierda de que soy poco afectivo, el mismo sermón que me dan siempre en la cena.

—Vas tarde otra vez, hijo —dice mi padre, mientras busco las llaves del auto, ni siquiera recuerdo en donde las dejé.

—No te preocupes, papá, no volverá a pasar —le respondo. —No queremos que el viejo Calasanz escriba otro regalo en mi registro, sería expulsado y ni tú ni la querida empresa familiar quieren eso — agregué con burla.

Era imposible levantarme una mañana sin tener una pelea con mi padre.

—Hijo, ven aquí a darle un beso y un abrazo a tú madre.

—Buenos días mamá, tan hermosa como siempre —le digo mientras se gana dos besos en cada mejilla de mi parte.

La relación que mantengo con mis padres siempre ha sido distante, de alguna u otra forma desde que soy pequeño siempre termino solo, en mi cumpleaños, en las fiestas familiares e incluso en las cenas de negocios que ellos mismos organizan. Utilizan siempre la misma excusa, "el deber llama, hijo, ya vamos a tener tiempo para disfrutar contigo". Y una mierda, es así hasta el día de hoy, tengo 18 años y puedo contar las veces que han estado junto a mí con los dedos de una sola mano.

Aunque ser rico tiene sus ventajas como tener lujos, cambiar de auto como si te estuvieras cambiando la ropa interior, tener mujeres y sexo por doquier. Suena ridículo incluso quejarme, pero desde que la conocí a ella, todo esto se me hizo pequeño e insuficiente, antes me sentía incompleto y me refugiaba en el dinero que tenía, ahora de sólo recordarlo me río de mi mismo.

—¿De qué te ries, hijo?, estamos tratando de hablar contigo, con el cariño y el amor que tanto nos pediste cuando niño —dice mi padre, aunque sé que esto último lo dice con un destello de sarcasmo, lo conozco mejor que mi propia madre, que hasta reconozco cuando miente.

—Nada, no importa, ya voy tarde. No olviden que esta noche traeré a mi novia a cenar, de seguro harás que preparen una hermosa cena, madre. Y tú, padre, la vas a amar en cuanto la veas, su apellido es Yıldız, después de todo no queremos quedar mal con el socio mayoritario de la empresa —les guiño un ojo y salgo corriendo de la casa hacia mi auto.

Mientras conduzco por las abarrotadas calles de Estambul, reviso la hora en mi teléfono, otra vez voy 20 minutos tarde a recoger a Eda, uno de estos días esa chica va a matarme por ser siempre impuntual. Hace un mes que Eda Yıldız es mi novia, es una mujer con un corazón maravilloso, además de preciosa y humilde, aunque lo más llamativo de su personalidad, es lo explosiva que se pone, de todas maneras eso la hace aún más caliente.

Su familia, los Yıldız, son extravagantemente ricos por su cadena de hoteles y restaurantes en Turquía, Italia y creo que pronto en Francia gracias a los negocios de expansión que está realizando su padre. A pesar de esto, son demasiado humildes para ser verdad, Hakan, su padre, es el socio mayoritario de nuestra empresa familiar, mi padre estaba tan feliz cuando Hakan adquirió un gran porcentaje de acciones en la empresa para convertirse en socios que por primera vez recibí un te amo de su parte, aunque lo dijo en general, refiriéndose a mi madre y a mi, realmente era una total novedad que él expresara un sentimiento.