Fate: Black Dawn

Capitulo 24: [Final verdadero]

Resumen: Sí, lo estoy haciendo fuera de orden. Pero tenía el interés de escribir esto primero. Retomaremos la historia con la guerra al día siguiente.

Destino/Amanecer Negro

[Final verdadero]

Café

Londres, Inglaterra; 2005

Era la mujer más hermosa que jamás había visto. Sentada sola en un pequeño café en el lado este inferior de la ciudad.

"¿Puedo unirme a ustedes?" Su mano se deslizó por el respaldo de la silla frente a ella. Levantó la vista de su bebida helada y sonrió alrededor de la pajita.

"Estoy casado, ¿sabes?" A su pesar, se rió.

"¿Una mujer tan hermosa como tú? Sería una pena que no lo fueras".

"La adulación no te llevará a ninguna parte, ¿sabes?" Trinó la pajilla dentro de su bebida. Admirando la forma en que su traje y el abrigo que lo cubría enfatizaban su constitución fuerte y la apariencia juvenil pero madura que mostraba.

A ella también le gustaban los colores.

[Nuevo amanecer]

--- "Ugh. ¿Están coqueteando de nuevo?"

Los ojos de Shirou, de color ámbar dorado brillante, levantaron la vista de la mesa para mirar divertido a su hijo. Mordred con dos bebidas en una mano cada uno, vistiendo una chaqueta de cuero roja y un atuendo que se parecía más a algo que usaría un motociclista rudo que una ex "princesa de Inglaterra".

Ella le ofreció uno, un café rico en sabor a vainilla, y robó una silla de una mesa cercana para sentarse en la misma mesa. Morgan, por su parte, simplemente trabajó para terminar su bebida demasiado endulzada.

Sin embargo, ella era realmente la mujer más hermosa que jamás había visto. Su cabello caía sobre sus hombros, ese chaquetón que cubría un suéter y pantalones, hasta los tacones que usaba.

Sus labios se abrieron en una sonrisa. Su mirada se volvió hacia Mordred, y la chica le sacó la lengua, el músculo rosado teñido con malvavisco blanco.

Sintió que era el único que realmente bebía café ese día.

Alzando su copa, dijo: "Bienvenida a casa, mi reina, mi princesa".

Resoplando, Morgan dejó que su mirada se dirigiera hacia el horizonte. Su magia se había desvanecido hace mucho tiempo, pero eso no significaba mucho en el balance de las cosas. Shirou todavía perseguía a Artoria, SU Artoria, en Avalon, pero la amaba y se quedó con ella.

Un día, se cansarían de esta larga vida Fae. Morirían juntos e irían a Avalon, donde probablemente tendría que pelear con Artoria por sus afectos...

---Pero, se habían estado fortaleciendo durante quince siglos.

¿Qué eran unos cuantos más?

"Es agradable estar en casa, mi rey".

Cerca de allí, una mujer joven y tímida de cabello plateado parecía asombrada. Ver a alguien a quien se parecía.

"¿Profesor?"

"¿Unh?"

"Esa mujer. . ."

"No molestes a las personas cuando están disfrutando de su café de la mañana, Gray".

"Pero--" Su mirada se volvió hacia los tres, notando que se habían ido. Frunciendo el ceño, volvió la mirada hacia su mentora y simplemente lo descartó como un truco de su propia mente.

~FIN~