Capítulo 1

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Todos los días sin falta cuando el sol estaba en su mayor altura, una señorita siempre salía a su jardín, haciendo lo de siempre, se sentaba, leía un libro, a veces acompañaba su soledad con un lindo gatito blanco o arreglaba las plantas, su presencia de lejos daba mucha tranquilidad.

Annie desde su casa que daba una vista entera del jardín de dicha señorita, siempre la observaba reír sola con su bonito gato, a veces se preguntaba por qué nunca estaba acompañada, lo sé, Annie suena como alguien que estuviera acosando a otra persona, pero ella se encargaba de no observar mucho tiempo, por eso de que “uno siente las miradas”, la veía salir -o sea se aseguraba que ella estaba-,minutos después apartaba la mirada y hacía sus deberes.

Annie nunca había sentido curiosidad por alguna persona, a veces quería salir y saludarla,
preguntarle su nombre pero como ella nunca estaba acompañada, se meditaba si realmente podía acercarse, aparte no es como cuando era una jovencita y simplemente ir.

-Señorita, un nuevo paciente ha llegado.- Yosef, el sirviente de Annie la sacó de su ensueño.

-Oh, está bien, pásalo a la sala, ya voy.- respondió. Le dio una última mirada a la señorita del jardín y fue a atender a su paciente.

La verdad todos los días de Annie era una rutina, se asomaba por la ventana, atendía a sus
pacientes, a veces salía a comprar cosas que necesitara. Ella tampoco tenía muchos amigos y
cuando hablaba con alguien, era con Yosef y todos sus pacientes.
Después de estar una hora hablando con su paciente, él se fue y Annie se dispuso a comer para
esperar a su otra paciente. Ella es psicóloga y tiene su “clínica” en su casa para mayor comodidad, aparte que la casa ya era un tanto grande y no era necesario con alquilar un local en otra parte.

Se puede decir que era un poco famosa ya que había muy pocos psicólogos en el pueblo y tenía varios pacientes.
Mientras Annie se ocupaba de sus responsabilidades, una señorita estaba jugando con su lindo gato en el jardín, a la vez que intentaba encontrar inspiración de algún lado, las horas pasaban y poco a poco el sol se escondía, la señorita llamó a su gatito y cargándolo en sus brazos
entraba a su casa, su casa comúnmente estaba completamente silenciosa, pocas veces había
alguien más ahí, sólo cada ciertas veces al mes que llegaba una señora de limpieza, la señorita
era capaz de cocinarse sola todos los días y atenderse, limpiar su cuarto y un poco la gran casa.
Sentía que estaba algo sedienta así que buscó un vaso para servirse algo de agua.

Brrr…~

Escuchó a su estómago quejarse -y con toda razón-, fue a servirle algo de comida a su gatito
que probablemente debe estar igual de hambriento, después sólo se buscó un pedazo de pan
y se hizo un té, probablemente con eso era suficiente.

Tomó su increíble comida y se fue a su estudio a leer algunos libros, tomó una libreta y
mientras bebía su té hizo algunos apuntes de ideas que iban llegando a su cabeza, pronto
había anochecido totalmente y tenía algo de sueño. Decidió que era hora de irse a dormir y se
fue a su habitación con su peludo gato caminando detrás de ella, se acostó y antes de caer en
sueño total una idea llegó a su cabeza:

De nuevo estaba ella en la ventana.




















Otra historia que espero terminar pero talves no lo haga ♡
-Tin

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⏰ Última actualización: Mar 28, 2022 ⏰

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