C I N C O

68 6 0
                                    

Una ronda de aplausos llenó cada rincón de la sala en la que se proyectó 'sangre azul'

Una importante Premiere en donde, por supuesto, los autores intelectuales de la obra: Kim Junmyeon y Byun Baekhyun se hallaban sentados en sus respectivas butacas al fondo de la sala.

Junmyeon había mirado discretamente a Baekhyun de reojo cuando el minuto continuo de aplausos estalló. Este estaba sonrojado, con una sonrisa de oreja a oreja, y naturalmente contagió a su compañero de cabello azabache de esa algarabía.

Pero, justo al término del vitoreo, El director de 'Sangre azul' Park Chanyeol, se colocó detrás de su amigo, descansando una mano posesiva y pesada sobre su hombro, robándose cada color vibrante en el rostro de su amigo. Dejando al pobre rubio pálido y frío cuál estatua de mármol.
La acción también paralizó a Kim, no pudo mover un solo músculo para salir en defensa de su querido colega, el miedo también lo paralizó.

Al salir de la Premier, ambos guionistas novatos esperaban celebrar esa gran noche, pero ninguno tenía el ánimo o la energía de siquiera abrir la boca, por lo que Junmyeon simplemente condujo en total silencio con destino al departamento de su amigo.

La estación de radio estaba transmitiendo un mini maratón de música disco. Rivers of Babylon de Boney M sonaba débilmente, acompañada de los sonidos ambientales de una ciudad de vida nocturna: llena de motores de motocicletas, claxons, risas y bullicio.

Byun miraba por la ventana con una expresión que a cualquiera le hubiera hecho fruncir el ceño y doler el corazón.
Junmyeon quería hablar, quería animarlo, quería simplemente borrar esa tristeza y angustia del rostro del chico, pero las palabras se quedaban atascadas en su tráquea.

—Te amo Junmyeon. Por favor conviértete en alguien admirable en la industria por los dos.— sonrió cálidamente de repente el muchacho rubio en dirección a su amigo.

Viajaban en una carretera de alta velocidad cuando, inesperadamente, Baekhyun abrió la puerta del copiloto y se lanzó hacia afuera.

Junmyeon no pudo frenar, y aunque lo hubiera hecho los autos detrás de él no lo hubieran hecho. Ni siquiera fue capaz de mirar atrás y observar como el cuerpo de su amigo era triturado bajo los neumáticos de los autos, pero el estruendoso choque detrás le hacía imaginar cómo había terminado todo.

Sus manos dejaron de maniobrar el volante, y su pie fue directo al acelerador.
Kim se negaba a vivir en un mundo en donde no estuviera su mejor amigo a su lado y, presa del pánico, dejó de conducir.

De pronto el mundo iba en cámara lenta, y cuando menos lo sintió, el frente del auto estaba haciéndose trizas contra el muro de contención de la gran carretera. Junmyeon cerró los ojos cuando un par de cristales abrieron heridas en su rostro, pero el dolor que vino después le hizo volver a abrirlos de golpe.

Se incorporó estrepitosamente, haciendo doler a su cabeza. El corazón latía estruendoso contra sus sienes, sudaba frío. Lo primero que alcanzó a distinguir entre la adrenalina y bruma del mareo fueron las cortinas azules de su habitación.
El reloj de manecillas en la pared indicaban las dos menos cuarto de la mañana.
Pasó las manos por su cabello, frustrado, abatido y sobre todo alterado por la reciente pesadilla.

Sentía la recalcitrante necesidad de llamar a Baekhyun y cerciorarse de que seguía con vida, pero no lo hizo. El pobre apenas podía dormir y no quería arriesgarse a llamar a mitad de la madrugada y perturbar su sueño.
Lastimosamente Kim sabía que, al menos esa noche, no podría retomar su descanso nocturno, y suspiró antes de ponerse de pie, necesitaba un vaso con agua.

【Doppιo】  ⚘   SeHoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora