Capitulo 20.

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No pude dormir en toda la noche, no sé que me paso solo que no pude pegar ni un ojo. Estaba devastada, hoy sería imposible prestar atención en alguna clase. Me vestí con lo primero que encontré. Bajé a desayunar por suerte mi mamá ya se había ido a trabajar, odio pensar en eso así que trato de mantenerlo lo más lejos de mi mente posible. Al parecer hoy no sería mi día, Vee no pasaría por mi y tendría que ir caminando a la escuela, gracias que me levante temprano y todavía tengo tiempo de sobra.
- Mi madre me ha dado algo de dinero esta semana- comentó Vee una vez que nos encontramos en la escuela-. Tal vez te apetecía ir este sábado de compras.
No me vendría mal salir un poco, mi vida social es un poco escasa aquí. Sabía que mi madre no tendría problema en dejarme ir pero por las dudas, si me llegara a arrepentir tendría una excusa.
- Claro- acepté-, pero primero debo preguntarle a mi madre.
- Seremos Jess, tu y yo. ¿Sera divertido, cierto?
Asentí. La primera clase del día era Lengua... oh, no soy una estúpida. Mi mamá no firmo la advertencia, el profesor me matará. ¡Ayuda! ¿Si falsifico la firma se dará cuenta? Soy una estúpida sin dudas. Tenía que hacer algo y rápido. Por suerte el profesor estaba unos minutos retrasados y tenía tiempo de pensar que hacer.
- ¿Por qué tanto apuro?- había olvidado por completo que Zayn se encontraba allí.
- Olvide de decirle a mi madre que firme la advertencia- respondí, apurada-. Necesito que me ayudes, rápido.
- ¿Que quieres que haga?
- No lo sé, firma- le entregué la lapicera y la hoja.
Zayn se quedo observando la nota unos segundos y luego firmo. Le diría al profesor que fue mi madre quien lo hizo total el no sabe como es la firma... o tal vez sí. El miedo se apodero de mi, no le mostraría nada al profesor hasta que el me lo pida, capaz por esas casualidades de la vida se olvido.
- No se dará cuenta- trato de tranquilizarme-. ¿Cuántas veces crees que falsifique la firma de mi... padre?
- Entonces es peor- dije horrorizada-, reconocerá la letra.
- No seas exagerada, tu solo actúa normal y no pasará nada, claro que si le entregas la nota con esa cara de miedo algo sospechará.
Me callé y me quede con la mirada en el frente. No tenía de que preocuparme, es solo una firma, nada más. Traté de concentrarme en la conversación que Harry y Vee estaban teniendo en el asiento de adelante pero lo único que escuchaba eran risas. Claro, están enamorados se ríen de cualquier cosa. El profesor llego media hora después, me pidió la nota y al parecer todo salió bien ya que me devolvió la carpeta sin decir nada. Ya me encontraba más tranquila, no solo por el echo de la advertencia si no también por lo de Zayn, creí que el ya no volvería a hablarme o se alejaría de mi por lo que paso ayer. Cuando se fue de casa parecía algo arrepentido, pero bueno ya esta, ya no tengo nada de que preocuparme.
El resto del día lo pasé con Vee y Jess quienes no paraban de hablar sobre la pequeña salida de noche-tarde que haríamos el sábado. A mi no me emocionaba mucho la idea ya que no necesitaba comprar nada de ropa ni tampoco quería poner en gastos innecesarios a mi mamá. Lo que me entusiasmaba era que conocería el centro del pueblo, ya había ido hace unos días pero no pude recorrer los puestos ya que estaba apurada y un poco asustada. Necesitaba comprar un libro, últimamente no estaba durmiendo bien y lo único que me daba sueño era leer uno. Tenía en mente unos cuantos nombres pero también cabía la posibilidad de que me gustase otro.
Vee me alcanzó hasta casa por suerte no había tenido que pedirselo, soy muy vergonzosa para esas cosas. Esta sería mi primera tarde sola en casa, en realidad eso hubiera sido ayer si no fuera porque Zayn invadió mi hogar. Odio estar sola pero tampoco me gusta estar rodeada de gente que habla hasta por los codos. Me gusta la tranquilidad y nadie lo logra entender. Lo que no me gusta de estar sola es que un montón de recuerdos se me vienen a la mente y no hay nadie ni nada que me pueda distraer de eso. Ya me ha pasado varias veces y es uno de los grandes problemas que tengo.
Me quedé en el sofá mirando la tele por un rato, a esta hora MTV era bastante interesante. No tenía nada que hacer en este momento deseaba por lo menos tener una hoja de tarea. Si así la estoy pasando el primer día sola no me imagino lo que será por lo que queda del año. Creo que tendré que socializar más con las personas del instituto por lo menos hasta que me tengan la confianza suficiente para invitarme a alguna salida luego de la escuela. Miré el reloj. Ya se habían echo las siete de la tarde, solo faltaba una hora para que mi mamá regresara. Agarré la mochila y el abrigo que había dejado tirado en la puerta y subí a mi habitación. Estaba entre prender la computadora o acostarme y dormir un rato. La segunda opción se vio mucho más tentadora que la primera. Me puse el pijama ya que sabía que no volvería a salir hasta mañana, cuando tuviera que volver a la escuela. Me tape con la colcha y puse mi mano bajo la almohada. Pero había algo que me molestaba, un papel. Lo quite de allí abajo, no recordaba haber puesto un papel debajo de la almohada. Estaba echo una bolita y lo abrí.
"No pienses que estando en Londres están a salvo"
Me costo unos minutos entender lo que decía, lo leí mínimo ocho veces. Quien sea que intentaba asustarnos en Texas ahora sabía que nos habíamos mudado. ¿Qué se supone que tenía que hacer con este papel? No creo que mostrárselo a mi madre sea buena idea. Ella esta tan entusiasmada con el nuevo trabajo y la nueva casa que avisarle que las amenazas volvieron lo echaría todo a perder, aunque a mi me molestara que se pase horas dentro de la oficina de ese tipo que tan sospechoso me parece no tenía derecho a quitarle todas las ilusiones de empezar una vida nueva. Por otro lado, no me había dado cuenta que estaba temblando. No sabía si de miedo o de frío. ¿Cómo habían entrado a mi habitación? ¿Cómo sabían que nos mudamos? Cuando llegué la ventana estaba tal y como la había dejado y en la puerta no había forzaduras. Esto era tan raro. Nadie se podía enterar de esto, solo lo sabré yo aunque sé que me hará mal. Me hará mal guardarme todas las amenazas y no poder descargarme con nadie. Por las dudas decidí guardar el papel en una caja con candado que tenía debajo de la cama, algún día esto saltaría a la luz y yo tendría todas las evidencias.
Bajé rápidamente al comedor, la casa todavía estaba sola. Ahora sí tenía miedo. Estaba asustada. ¿Que tal si el asesino de mi padre todavía seguía aquí? ¿Que tal si las amenazas esta vez se cumplían? Solo tenía en claro una cosa, no dejaría que nada le pase a mi madre. Por otro lado, no descartaba mis dudas de que Jack sea quien este haciendo todo esto. Algo me dice que el tiene que ver en este asunto. Y por más raro que parezca pensar que es Jack quien esta haciendo todo esto me da un poco de seguridad porque eso significa que yo tengo un pie por delante de el sabiendo su plan pero el tiene a mi madre, el tiene a mi madre en su mano. Tengo que investigarlo lo antes posible, buscar información sobre quien es el de tras de la máscara de ese hombre.
Mamá llego a eso de las ocho y diez pasadas con comida rápida. La última vez que trajo eso fue para pedirme un favor. Espero que no se traté nuevamente de algo así. La observe detenidamente buscando algo raro, por suerte estaba normal, nada había pasado. Estaba nerviosa no podía parar de jugar con mis manos y mirar al piso pero tenía que tratar de no hacerlo, tenía que actuar normal para que no sospechara nada.
- ¿Tenías hambre?- pregunto cuando terminamos la comida. Asentí intentando formar una sonrisa.
- ¿Que has echo hoy?
- Nada interesante, algunos mandados de la empresa, atendí llamados... como siempre. ¿Tu?
- Con Vee quedamos en ir al centro el sábado a las siete, ella me vendrá a buscar.
Sonaba más como una afirmación que como una pregunta.
- ¿A que irán, no es muy tarde a las siete?- pregunto.
- Vee y Jess quieren ir a comprar ropa y me pidieron que las acompañe además necesito ver algunos libros- me quede pensando la respuesta a la segunda pregunta-. No, los negocios cierran a las diez y supongo que cenaremos allí.
- Bien, luego te daré dinero por si quieres comprar algo más que un libro. ¿No necesitas ropa?
- No, tengo todo lo necesario.
- Cualquier cosa me dices, tal vez te guste algo y no tienes para comprarlo. Sería una pena.
Decidí que era hora de irme a dormir. Me dolía mentirle en la cara o más bien me dolía ocultarle la verdad pero lo hacía por su bien, no quería preocuparla.
Miércoles, miércoles, otro día más de escuela. El malhumor de la mañana se hizo más profundo al darme cuenta de que lo que había pasado ayer no había sido un sueño. Tenía que lidiar con esto una vez más. Me duche y me vestí(link) con lo primero que encontré en el armario. Tenía tiempo de sobra ya que era temprano, Vee no pasaría por mi. No me haría mal caminar esas veinte calles hasta el colegio, necesitaba pensar y despistarme un poco. No tenía hambre, tenía cerrado el estomago desde ayer a la noche. Eso me dejaba claro que seguía nerviosa, que todavía tenía miedo.
- ¡____!- grito Vee mientras se acercaba a mi. Estaba parada frente a mi casillero esperando a que sea la hora de ir a la primer clase.
- Vee, ¿que tal?- pregunte mientras apoyaba mi espalda en la casilla.
- ¡Genial!- contestó pero ya no me estaba mirando, al parecer Zayn había llegado a su casillero- ¿Le has preguntado a tu madre sobre lo del sábado?
- Sí- contesté-. Me dijo que no tenía problema, que era un poco tarde pero que podía ir.
- Te pasaré a buscar a eso de las siete, si? Igual no tardaremos mucho en llegar.
Vee se quedo callada y sacó su celular, alguien la estaba llamando. Me hizo un gesto con la mano y se fue caminando por el pasillo. Seguía de espaldas al casillero de Zayn y más ahora que sabía que se encontraba allí.
- ¿A dónde irán este sábado?- pregunto, con interés. Me giré para chocarme con el, otra vez estábamos demasiado cerca. Dí un paso para atrás antes de que me hiperventilara y no pudiera formar respuesta alguna.
- Iremos al centro, Vee necesita hacer algunas compras.
Estábamos caminando por el pasillo, ya no era tan temprano y debíamos dirigirnos a la clase de Lengua. Algunas personas me miraban raro, sabía que no era normal estar con Zayn hablando como si fuéramos amigos de toda la vida.
- Sabes, algún día de estos te llevaré al billar- comentó.
- Jamás, pero jamás de los jamases aceptaré ir contigo a ese lugar.
- ¿Acaso tienes miedo?- dijo, desafiante.
Sí, tenía miedo pero no se lo diría.
- No, no tengo miedo.

Estoy ciego pero tú eres todo lo que veo |Zayn Malik|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora