01: Un poco de ayuda

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El aroma a café pasó a ser algo propio de mí, cada poro de mi cuerpo estaba impregnado con el olor. Si conoces a Kim Mingyu, sabes que es el chico café.

¿Kim Mingyu? Oh si, el chico con olorcito a café.

¿Has visto a Mingyu? Por supuesto, está en la cafetería.

¿Viste la mancha que tenía Mingyu? Para no verla, si se esparramó café encima, hombre.

Lo peor, es que ni siquiera me gusta el café. Por más que lavara mi cuerpo, este permanecía como si fuese mi propio olor corporal, y se lo debo a estar desde mi niñez en la cafetería de mis padres, ubicada justo frente a una de las tres mejores universidades del país.

Y casi nada ha cambiado, salvo que ya no soy una visita que se come los postres, ahora soy un trabajador que se come los postres.

Pensé en estudiar derecho o una carrera de humanidades ya que no soy tan bueno con los números y dejar mi trabajo en algo de medio tiempo, pero mis padres no ganaban lo suficiente para pagar dos matrículas universitarias y yo no era un puto egoísta, así que tomé la decisión que creí correcta: trabajar con mis padres y dejar que mi hermana menor pudiera seguir su sueño.

Lo cual, no fue lo que pasó, o no de forma inmediata. Ya que un pequeño frijol, estaba dentro de mi pequeña y linda hermana.

Kim Seonwoo.

Un enano de 12 años quien ahora mismo esta gozando de un cupcake con glaseado rosa.

Al enterarme de su existencia, sentí que mi sacrificio se fue por la borda y como ella arruinó su futuro. Era un bebé esperando otro, era una niña, mi niña, ¿cómo podría ella cuidar a una criatura cuando aún no terminaba sus años de escolaridad? Mis pensamientos cambiaron cuando Sunoo nació, decidí esforzarme aún más y cuidar de mi sobrino cuando mi hermana entrara a la universidad.

Mi mejor decisión.

Mi delantal fue jalado por Sunoo, sonriendo con un poco de glaseado rosa en su mejilla.

 
—Tío, el señor Minghao dice que lo cubras unos minutos en la caja.

Miro a Minghao con una ceja alzada, necesito una buena excusa y le hago gestos con mi cara que logran que corra hasta mí, señalando su teléfono.

—Cúbreme solo unos minutitos Gyu, necesito contestar esta llamada.

Niego, ¿quién hará las figuras en el café?

—No seas un hijo de... zanahorias,—Mira a Sunoo, evita decir groserías frente a mi sobrino a pesar de que escucha a mi hermana y a papá decirlas frente a él.— Hansol ya dijo que durante esos minutos puede hacer hojas como diseños mientras atiendes, yo solo necesito esto, por favor.

 
Se movía como si debiera ir al baño, y antes de escuchar mi respuesta se va contestando la llamada.

Sunoo niega.

—Lo llamaba su novio de china, habló toda la semana sobre que esta llamada era importante y como era súper necesaria para su relación, yo que sé, cosas de adultos.

 
Siguió hablando sobre como no entendía las relaciones y como los adultos se complicaban demasiado para dar respuestas claras mientras se sentaba en el puesto cercano en donde estaba la caja. Tiene razón, nunca me puse a pensar tan profundamente sobre la necesidad que tenemos de excusarnos o de mentir para dar un si o un no como respuesta.

 
—Tienes mucha razón.

 
Bufó y puso sus ojos en blanco.

—Claro que la tengo, tú siempre te excusas cuando piden tu número de teléfono. Siempre con tus "no se me permite" o cuando piden tu Instagram dices "no tengo, lo siento". Diles que no quieres y ya, debes decir que no o que te incomoda que sean tan intensas.

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⏰ Última actualización: Jan 05, 2023 ⏰

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𝐌𝐢 𝐡𝐨𝐦𝐛𝐫𝐞 𝐢𝐝𝐞𝐚𝐥 𓃠Meanie/MinwonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora