Pilar Demonio Del Sueño KNYxMale

Recuperación y la misión

Después de su pelea Rengoku, fue llevado a la finca para que fuera atendido se les informo que Rengoku había entrado en coma, en resumen, se durmió y no se sabe cuando va a despertar.

Fue una buena noticia, habían logrado sacar a Rengoku de peligro, pero entrara en otro, ahora estaba dormido y no se sabe si despertara.

T/n derramó algunas lágrimas, no quería perder a un buen amigo.

Todos los días T/n iba a visitarlo y contarle lo que había pasado en su día, esperando a que despierte.

Cuando T/n estaba en una misión la terminaba rápidamente para poder ir a ver a Rengoku.

Un día de esos, T/n se enteró de que Tanjiro no se encontraba en la finca y que había ido a la casa de Rengoku, cuando regreso le dio un buen regaño al igual que uno de Shinobu.

—¡Tanjiro! ¿Cómo se te ocurre salir en ese estado?, Tu herida todavía no sana, pudiste acerté daño—dijo T/n un poco enojado con Tanjiro.

—Lo siento, T/n, es que tenía asuntos que resolver con la familia Rengoku—dijo con su cabeza gacha.

—Aahh, que voy a hacer contigo Tanjiro, solo ve a descansar un poco—dijo T/n pegándole un poco en su cabeza.

—Si T/n, nos vemos—dijo Tanjiro retirándose.

Y así, pasaron casi cuatro meses, en los que esperaban que Rengoku despertara.

Tanjiro, Zenitzu e Inosuke, cada día entrenaban para volverse más fuertes y hacian sus misiones. Cada uno derrotando demonios.

Un día Tanjiro se encontraba regresando de una misión cuando escucho mucho alboroto en la finca.

—¡Suélteme por favor!—decía Aoi que estaba siendo cargada por alguien.

—Yo...—trato de decir pero alguien la callo.

—Deja de hacer escándalo. Cállate la boca—dijo Uzui.

—¡Aaay!—grito Naho.

—Déjalas, por favor—pidio Kiyo con ojos llorosos.

—¡Por favor, no se las lleve!—dijo Sumi también con los ojos llorosos.

Kanao solo se quedó parada un poco nerviosa.

—Ka... ¡¡Kanao!!—grito Aoi llamndola.

-Misión. Shinobu. Orden. Oficial superior. Aoi. Naho. Pilar. Orden. La moneda-pensó Kanao mientras se ponía más nerviosa.

-La monedas. Lanza la moneda y decide qué hacer-se dijo a si misma mientras su mano se movía hacia su bolsillo.

—¡Como te lo dicte el corazón!—dijo Tanjiro en el recuerdo de Kanao.

—¡Kanao!—grito Aoi mientras extendía su mano.

—¡¡Señorita Kanaooo!!—grito Naho.

Ahí fue cuando Kanao fue hacia las chicas tomando a Aoi de la mano y a Naho de su vestido.

—Kanao...—dijo Aoi con lágrimas en sus ojos.

—Señorita Kanao...—dijo Sumi quien estaba con lágrimas.

—No las jales de una forma tan aburrida—dijo Uzui mirando a Kanao.

—A ti te acaban de llegar órdenes, ¿No?—le pregunto Uzui.

Kanao solo seguía oponiendo resistencia y no le dirigió la palabra a Uzui.

—¡¡Por lo menos abre la boca y di algo!! ¡¡Qué chica tan aburrida!!—grito sintiéndose ignorado.