꧁Milk and honey꧂

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 El incandescente rayo de sol golpeó tus ojos, liberándote de los brazos de Morfeo. Por unos momentos quedaste mirando el techo, intentando procesar todo lo que pasó en esos dos días, la vida dio un giro demasiado brusco y lastimero, ahora resultaba que no solo estabas forzada a tener que cambiar de institución e ir con tu hermano a la misma clase, sino que también tenía que tener "guardaespaldas" para que nadie te molestase.

Se escucharon unos pasos aproximarse a la puerta de la habitación, diste la espalda para fingir que aún dormías profundamente. Se abrió lentamente y los pasos se ralentizaron, como si la persona estuviese reflexionando si despertarte fuese una buena idea.

Finalmente un peso hundió una pequeña parte de la cama y esta, con sumo cuidado, acarició tu frente con el fin de despertarte.

—Sé que estás despierta, ....

Esa voz tan reconfortante hizo que abrieras los ojos lentamente y voltearas con mucha suavidad.

—Buenos días, mamá...

—Necesito hablar contigo sobre lo de la escuela.

—Ya lo hablé con Jhonny, sé que no puedo seguir yendo porque no tenemos dinero. Accedí a ir con él en la misma escuela, no importa si estamos en el mismo curso o... Salones distintos.

—Lo siento, cielo.

Los ojos de aquella mujer estaban llenos de lágrimas al saber que renunciar a asistir a esa institución, era sinónimo de también renunciar a los sueños de lograr ser una renovadora de la tecnología robótica. La escuchaste llorar en silencio, tapaba su rostro con las manos para que no se pudiese notar sus ojos hinchados y rojizos de tanto sollozar, además de sus oscuras ojeras por haber pasado esa y más noches en vela por el estrés de la situación que atravesaba, era de saber que se sentiría culpable por tomar una decisión de esa manera tan brusca, pero entendías que no existía otra opción.

— Todo está bien, mamá— hablaste de forma baja mientras acariciabas su cabeza en forma de consuelo. No eras buena para relacionarte con las personas, mucho menos para consolarlas, no obstante intentabas dar lo mejor para que al menos ella se dejase de echar la culpa de todo lo que pasó.

Estuvieron unos minutos hablando y desviando el tema para que no se volviese algo demasiado duro hasta el momento en el que tuvo que irse a su trabajo, no sin antes darte un fuerte abrazo y un beso en la mejilla, diciéndote lo cuan orgullosa estaba de ti y de cómo estabas asimilando el problema de forma tan rápida. La verdad es que estabas sufriendo mucho en realidad, solo que no estabas interesada en hacerle acarrear otra preocupación, ya tenía demasiados problemas como para tener que soportar otro más y esta vez por tu culpa.

Un escenario familiar estuvo presente una vez más.

La sala y la cocina completamente carentes en tanto decoración y ausente de cualquier signo de vida humana, el aroma a café recién hecho llenando tus pulmones, logrando que se te hiciese agua la boca con solo pensar en beber aunque fuese un pequeño sorbo de aquella deliciosa y amarga adicción, los primeros rayos de sol alcanzando el umbral de la ventana e iluminando tenuemente la mesa de desayuno y el sonido de los pájaros comenzando a cantar, anunciando un nuevo amanecer. La mejor decisión fue negarse a sucumbir ante las tentaciones por el bien de la relación con tu hermano, sirviéndote un vaso de leche y endulzándolo con unas cucharadas de miel.

Los walkman estaban otra vez salvando el ambiente tan abrumadoramente pacifico que se había formado gracias a la caricia de un nuevo día. "Un cassette cursi para una mañana cursi" fue el pensamiento que tuviste antes de colocar la cinta de Spandau Ballet y escuchar las empalagosamente cursis canciones que este tenía.

Entre sorbos nuevamente el pensamiento de todo lo que pasó se hizo presente... "Fue todo muy rápido ¿No?..." "Sucedió porque el destino así quiso que fuese... ¿Verdad?" "¿Papá volverá para vernos a Jhonny y a mi o... Nos olvidará para siempre?". La canción que escuchabas con detenimiento terminó, ahora era una balada muy suave, esta era "True".

Cerraste los ojos y dejaste de que tu mente navegara una vez más en el vasto mar de los profundos pensamientos los cuales también se mezclaban con los sentimientos más intensos que un alma podía llegar a tener. Entre esos pensamientos tan profundos e intensos, llegó un nombre... "Michael". Esos fuertes brazos con pequeñas cicatrices, probablemente hechos por las distintas caídas en patineta, ese cabello amarronado tan rebelde humedecido por el sudor de su frente, esos ojos tan profundos que prometían llevarte al mundo que se encontraba dentro su alma, la fuerza y firmeza con la que con tomó tu mano en el momento en que le ofreciste tu ayuda, delató que era mucho más fuerte que tú, además de que si él quisiera, podría levantarte muy fácilmente... "¡Maldita sea! ¡Sólo imagina las posibili...!".

Sentiste una pesada mano tocar tu hombro el cual te quitó repentinamente de tus pensamientos, haciendo que te ahogaras y escupieras el sorbo de leche que habías bebido mientras pensabas. Tosiste intentando buscar algo de aire, volteando a ver a la persona que te sometió a tal humillación.

—Hijo de puta.

—Buenos días igualmente, piojosa de mierda... ¿En qué estabas pensando tanto? Estás con las mejillas rosadas, casi rojas... ¿Tienes fiebre?

—Leí un libro y... Me gusta el protagonista, es eso.

—Fingiré que te creo.

Rodaste los ojos e intentaste ya no pensar en ese chico, debías respetar que era el amigo de tu hermano mayor, además notaste por su sombría mirada de que no le caías muy bien que digamos. Quizás lo de hace un momento simplemente fue un pensamiento intruso y completamente aleatorio, a todos les pasa, además es normal que a esa edad te empiecen a gustar los chicos y quizás te llame la atención interactuar con ellos... Aunque no estabas segura de que si estaba bien tener ese interés con uno de los amigos de tu hermano aunque... ¿Quién lo notaría? Es decir, ni que es algo... Muy malo... ¿Verdad?

꧁The Bad Choises Game꧂ (Michael Afton Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora