CHAPTER FOUR

517 57 13
                                    

"ᴀɴɢᴜꜱ ᴍɪꜱꜱɪɴɢ"

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

"ᴀɴɢᴜꜱ ᴍɪꜱꜱɪɴɢ"

Paz era lo único que Lola necesitaba en esos momentos.

Luego de su cita con Robbie, la cual, para su mala suerte, solo charlaron. Volvió a su casa saludó a sus padres y mientras subía las escaleras a su habitación escuchó a su hermana menor decir: "¿Porque ella puede volver a la hora que quiera y yo no?", y ahí comenzó el berrinche de Georgia.
La almohada no podía tapar el ruido que hacía su hermana al quejarse de que no la dejan tener su fiesta en un club.

—Georgia, ¿podrías... Solo podrías bajar la voz? Hay gente que intenta dormir— bajó a lo cocina y se paró junto a sus padres.

—¿Estás cansada?, Robbie hizo un buen trabajo entonces...Dime, ¿Acaso usas tanga?, porque no creo que le gustes por tu personalidad— respondió de mala manera la menor

—¡Georgia! Discúlpate ahora mismo— le gritó su madre regañandola

—No, no me disculparé, ella debería hacerlo— intentó irse pero su padre la detuvo

—¿Podemos solucionar esto luego? Tengo noticias...— las dos esperaron a que su padre hable. —Me dieron un ascenso.— dijo con una sonrisa en su rostro.

—¡Eso es genial papá!— le dijo la mayor

—¡Si! Por fin tendré un teléfono celular como la gente— le dijo ahora la menor

—Que insensible eres...— le susurró Lola y su madre se puso en el medio de ambas para que no se desate la tercera guerra mundial.

—Chicas...¿En qué parte del mundo está la mayor actividad termogeomagnetica?— pregunto Bob y sin esperar respuesta dijo. —¡Nueva Zelanda!... ahí es el ascenso, en Nueva Zelanda— disminuyó su emoción mientras daba la noticia.

—¿Qué?— dijeron ambas al mismo tiempo.

—Lo sé, es una gran decisión y aún no acepté, pero quería hablarlo con ustedes— su padre abrazo a su esposa por los hombros.

—Es una sorpresa para todos, pero su padre no hará algo que no nos haga feliz— sonrió la mujer a sus hijas.

—No puedes irte papá...— comenzó a hablar la mayor y Georgia la interrumpió.

—¡Tienes que hacerlo!— la mayor miró a su hermana confundida. —¡Es una gran oportunidad!— dijo sonriendo cínicamente, cosa que solo Lola lo notó.

Saludaron a sus padres para irse a dormir.

—¿Que estás tramando?— la detuvo agarrándola del brazo

—Nada...— dijo inocentemente y se fue a su habitación dando un portazo.

Al día siguiente no tenían clases, así que Lola se dedicó a finalizar sus tareas y a componer un poco.

Ultraviolet - Robbie Jennings Donde viven las historias. Descúbrelo ahora