Parte 10

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El espacio se iluminó con dos enormes explosiones de energía púrpura, pero solo una de ellas era real. El enorme arco de energía dimensional era tan grande que permaneció encendido unos segundos más luego que la gigantesca nave de Investigación emergiera desde el SubEspacio Dimensional.

Boris se tomó el pecho aún agitado. —Casi se me para el corazón al ver el reflejo de nuestra propia burbuja Warp en esa cosa. —dijo señalando la pantalla.

Finalmente el arco de energía se extinguió y solo la luz de las lejanas estrellas se reflejaba en los enormes paneles de espejos de la silenciosa estación abandonada.

Los demás guardaron un silencio respetuoso. La enorme instalación espacial era, con todos sus paneles desplegados, casi el doble de tamaño de la Planck.

—La Estación de Monitoreo Profundo Barrow. —explicó Jarvis soltando el timón. —O lo que queda de ella. Una de las estaciones clase Hubble que la NUNS construyó en la periferia de los territorios explorados al final de la Primera Guerra Espacial... ya solo queda una sola de ellas activa en toda la galaxia, creo recordar en la órbita de Plutón, cerca del anillo que se formó con los restos de la isla de Ataria del Sur. —dijo.

La Bramante se detuvo a unos cinco kilómetros de la silenciosa estación con las luces apagadas mientras los sistemas de rastreo comenzaban a investigar en forma pasiva los alrededores inmediatos a ambas naves. Una versión mas pequeña de los enormes displays holográficos con forma de esfera apareció en el centro del CIC mostrando en amarillo la zona alrededor de la nave que los sensores habian empezado a rastrear en busca de contactos.

El Capitán Owen se puso de pie y caminó unos pasos hacia la brillante pantalla que mostraba la enorme estación a oscuras. —Oficialmente la Barrow fué dada de baja por fallos de diseño que acortaron su vida útil...pero eso no fué lo que verdaderamente pasó. —dijo mientras se cruzaba de brazos.

Mac estaba allí con ellos, había sido convocado por el Capitán para evaluar la aproximación a la zona de la misión. —Si. —dijo el soldado mirando la pantalla. —Es una injusticia que Sutherland luchara tanto por denunciar la inoperancia de la Fuerza en estas regiones de la Periferia... al final se salieron con la suya y ocultaron todo lo que sucedió, tal y como el viejo Almirante había predicho que pasaría.

—Su lucha por castigar a los responsables de lo que sucedió aquí le ganó la hostilidad de los Hughs. —observó Gabriel desde su puesto de radio. —Al final del día solo unos pocos chivos expiatorios pagaron por los errores de esa familia, pero lo más indignante de todo es que hicieron lo imposible por borrar todas las huellas de esta masacre.

—Dimelo a mi. —respondió con tono sombrío Mac. —A los pocos que quedamos vivos del programa de "Reforma" de prisioneros nos mandaron a Jirax a morir congelados... esos tipos hicieron cualquier cosa a su alcance para silenciar la verdad.

Jarvis se volvió hacia el Oficial de Sistemas. —¿Cómo sobrevivió usted, Boris? —preguntó.

El hombre se encogió de hombros. —Antes de separarnos, Mac me dijo que si quería sobrevivir, me hiciera útil para los militares... así que me dediqué a escribir programas para los servicios de inteligencia usando mi propio código... al ser software que solo yo podía mantener y actualizar me permitió mantenerme "útil" y evitar el destino de mis ex-compañeros. Eventualmente programadores más jóvenes comenzaron a hacerme sombra y justo cuando estaban por transferirme a vaya a saber que lugar lejano para "desaparecerme", ustedes me llamaron para el Batallón 612.

Owen suspiró profundamente. —Sutherlands se quedó sin tiempo, pero fundamentalmente quedó solo contra toda la maquinaria corrupta de la NUNS... si hubiese tenido más aliados, tal vez hubiese podido cambiar algo.

Carne de CañónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora