"- Miyano, me gustas."
Donde Shūmei Sasaki confesaba su amor hacia su amigo; Yoshikazu Miyano.
Hacerle saber sobre sus sentimientos cada vez que tenía la oportunidad. Al parecer al pelinegro no le molestaba en lo absoluto saber sobre tales sentimien...
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— ¡Miyano!
Aquel chico de lentes alzó la voz manteniendo su tono calmado y serio al soltar el nombre del pelinegro, este al mirar a su amigo (el cual se encontraba señalando a su senpai) ; sonrió amablemente, levantándose de su asiento y dirigirse a sus compañeros, sin más agradeció con la mirada a Kuresawa por avisar la repentina pero esperada visita de su mayor; Shūmei Sasaki. Posteriormente salió en marcha junto a su amigo, sin antes despedirse de su compañero de clases alejándose de la bulla del salón; caminando por los largos pasillos junto a su senpai, hablando como normalmente hacían. Una que otra vez estudiantes saludaban al par devolviéndoles el saludo por cortesía. Era la hora del almuerzo, 30 minutos de descanso antes de volver a los aulas y continuar sus labores... Como era costumbre aquellos dos chicos solían pasar el receso juntos o a veces en compañía de otros conocidos.
Algo que desconcertó al menor fue que su senpai lo había hecho caminar hasta la sala estudiantil, no era raro que visitaran aquel lugar solo que suponía que irían por sus almuerzos y pasar el rato hablando de mangas u otras cosas banales. En fin, no le tomó tanta importancia a este hecho, sin embargo la voz de Sasaki hizo que sus ojos se posaran en los labios de este, dándole por completo su atención.
— Hirano me pidió ayuda con unos documentos del consejo estudiantil, aún no he acabado por completo pero pensé que podríamos almorzar aquí juntos, no hay nadie aquí —pausó— ... así que podrías leer el manga del que me hablaste hace dos días.
Finalizó con una sonrisa nerviosa, rascando su nuca sintiendo el desasosiego invadiendo su cuerpo, intrigado por la reacción del contrario gracias al cambio de planes. Sentía algo de culpa por no avisar antes a Miyano pero Hirano técnicamente lo obligó a trabajar en la sala ese día y tampoco quería desaprovechar ese momento del día para estar con el chico que le gustaba, así que pensó: "¿Por qué no estar con él en la sala estudiantil? Solos y que nadie nos moleste" en la cabeza de Sasaki era una gran idea, solo faltaba la aprobación de su menor.
— e-está bien, no tengo problema senpai. Pero antes de entrar, ¿No hay que ir por el almuerzo?
No tenía ningún problema con pasar su recreo dentro de la sala, pero ¿Estaría bien comer ahí? ¿A Hirano senpai no le molestaría? Por lo que veía Sasaki estaba seguro de su petición y no veía inconveniente, aceptó sin más, además de que sí; su amigo tenía razón, podía leer tranquilamente los mangas que tenía y también ayudar a sus senpais con sus deberes que tenían Por lo tanto, Sasaki celebraba internamente el éxito de su idea, alegregandose y demostrándolo con una gran sonrisa que desde luego hizo latir frenéticamente el corazón de Miyano apareciendo un ligero rubor en sus mejillas por tal mimo contrario. "Es lindo" su rostro se encendió más por ese pensamiento hacia su senpai, tratando de evadir esas palabras que se repetían en su mente volteó su mirada encima del hombro del chico, mordiéndose los labios ligeramente que a su vez el pelinaranja tenía ese tipo de pensamientos solo que él no se avergonzaba en lo absoluto: "Es tan lindo."
