𝖉𝖎𝖗𝖙𝖞 𝖙𝖊𝖝𝖙𝖘

need to know

Yuuji y yo ya habíamos caminado unas cuadras lejos de la cafetería, me quedé sorprendida, sin saber cómo había pasado, ¿Toji? Muy extraño que después de casi un mes de nuestro pequeño encuentro sexual por teléfono, me escribiera, se volvía más extraño al darme cuenta de que me reconoció en una cafetería.

-¿Todo bien?- preguntó Yuuji mientras caminábamos por el parque, sacándome de mis pensamientos –Desde que salimos de la cafetería estás rara, ¿algo te incomodó?

Negué con mi cabeza y le señalé un banco que estaba cerca para sentarnos los dos, apoyé mi cabeza en su hombro y me dediqué a mirar hacia la nada tratando de conectar las cosas, Yuuji pareció entender porque guardó silencio, lástima que duró tan poco por el ringtone de su celular. Contestó la llamada y se alejó un poco de donde estaba, a lo lejos vi como después de unos segundos colgó y se acercó a mí.

-Ann, me tengo que ir, mi hermano se metió en un problema y debo ir a buscarlo, ¿no hay problema?- lo vi mirarme con preocupación, asentí –Te debo una grande, la próxima vez que salgamos prometo no dejar la cita a medias- me abrazó y besó mi mejilla antes de salir corriendo hasta la parada más cercana de autobuses.

Me levanté de mi asiento y caminé lento en la misma dirección por donde se había ido Yuuji, saqué mi celular del bolso y escribí una respuesta rápida a Toji.

Ann:

¿comó supiste que era yo?

¿no confundiste a alguien más conmigo?

Toji:

Claro que no

Ese pelirrosado y tú se estaban divirtiendo mucho

¿No te quieres divertir conmigo?

Ann:

Podríamos hacerlo uno de estos días

¿También quieres un café?

Toji:

Claro que no, niña

Quiero follarte hasta que no puedas caminar

Ann:

Mi departamento está libre