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Akutagawa Ryūnosuke no era una persona que escuchara rumores en los pasillos, especialmente porque evitaba cualquier cosa que lo molestara cuando no estaba activo en alguna misión, pero resultaba casi imposible no escuchar los repetidos murmullos sobre el nuevo ejecutivo que era traído de Europa.  Tenían varios agentes trabajando fuera del país, por lo que no era sorpresa que el jefe haya decidido traer a alguno para ocupar el lugar del ejecutivo recientemente fallecido, aunque lo que más llamada la atención de Akutagawa era la manera en que los rumores describían al nuevo ejecutivo que llegaría pronto.

Bucles de oro” ese fue el principal apodo que se escuchaba por los pasillos, una ligera idea de quien podría ser paso por la cabeza de Akutagawa, recordaba que aquel apodo se lo habían dado a una persona hace cerca de cuatro años. Sin embargo no era como si le importara, esa persona ni siquiera era cercana a él, solamente la conocía gracias al reclutamiento y el hecho que había sido entrenada junto a su hermana menor Gin por Verlaine.

Aunque la idea de cruzarse con el nuevo ejecutivo una vez que este estuviera en la sede le resultaba interesante, ¿Acaso continuaría agradeciendo cada vez que lo veía como hace algunos años? Eso resultaría más gracioso que antes, claro que no era una posibilidad teniendo en cuenta que probablemente Bucles de oro había cambiado con el paso del tiempo.

Su teléfono vibro en su bolsillo, acababa de recibir un mensaje del ejecutivo Nakahara, el jefe deseaba verlo en la sala de reuniones del edificio de la mafia principal. El azabache soltó un suspiro antes de enviar su respuesta afirmativa a su superior, dirigiéndose a paso calmado hacia la sala ya dicha, no estaba demasiado lejos del pasillo en el que estaba en esos momentos.

Al entrar a la sala de reuniones sus ojos de manera discreta pasaron por el lugar, había participado en reuniones de ejecutivos antes, ya sea acompañando a Dazai antes de que este se fuera de la mafia o más actualmente acompañando al ejecutivo Nakahara. Hizo un ligero gesto respetuoso con la cabeza hacia los ejecutivos presentes antes de ubicarse cerca del asiento de Nakahara, parado de manera firme, como si fuera un simple guardaespaldas más de la reunión.

Aunque sus ojos se desviaron hacia la puerta rápidamente notando a un chico de cabello dorado entrar en la habitación, lucia ligeramente agitado como si hubiera corrido hasta allí, sus ojos verdes pasaron por toda la habitación antes de que sus mejillas se tiñeran en un tono carmesí. Aquel rubio de inmediato hizo una reverencia en señal de disculpa.

—¡Lamento llegar tarde! Los edificios están distribuidos de manera diferente a la ultima vez que estuve aquí — el rubio se disculpo logrando sacar una pequeña carcajada del jefe quien le ordeno amablemente que tomara asiento en el lugar que anteriormente había pertenecido a el antiguo ejecutivo Ace. —.

La reunión empezó sin dar lugar a mucha más charla trivial, una presentación simple sobre el nuevo ejecutivo fue dada, para los presentes era Akira Kobayashi, para los enemigos de la mafia era el demonio dorado aunque para el ejecutivo Nakahara y la pequeña Elise era simplemente Bucles de oro. El hecho de que ocuparía el lugar del nuevo ejecutivo era algo ya asumido, aunque gracias a que los subordinados de Ace no eran exactamente los más leales, había que avanzar de manera cuidadosa, muchos llevaban esperando un largo tiempo la muerte de Ace para tomar su lugar.

—Debido a que enviarte directamente a un territorio desconocido junto a un grupo de subordinados desleales seria igual a meterte en la boca del lobo, se ha decidido que seas acompañado por un equipo con el que estés familiarizado, Black Lizzard quedara bajo tus ordenes al igual que Ryūnosuke — el jefe hablo de manera tranquila dando por hecho el ultimo detalle a pulir de aquel nuevo cambio, los demás ejecutivos estaban de acuerdo, Akira asintió de manera obediente al ver que su opinión no iba a ser contada en aquel momento. —.

Akutagawa no dijo nada respecto a aquella decisión, después de todo pertenecía a un rango que solo debía obedecer ordenes, además tampoco le molestaba tener que seguir las ordenes de un ejecutivo diferente a Nakahara. Aunque tuvo que contener una ligera sonrisa en el momento en que la mirada del rubio se dirigió hacia él, podría jurar que noto cierto pánico en sus ojos verdes, al parecer las personas no cambiaban totalmente aunque el tiempo transcurriera con normalidad.

En el momento en que la reunión termino la ultima orden que Akutagawa recibió de Nakahara fue demasiado simple, aunque parecía notar las intenciones en el chico de ojos grises quien simplemente asintió de manera suave ante las palabras del pelirrojo quien suspiro.

—No juegues con bucles de oro, al menos no hasta que los demás lo respeten — Nakahara ordeno sonriendo suavemente hacia Akutagawa al verlo asentir, el azabache nunca fue alguien de muchas palabras por eso mismo lo dejo ir hacia el rubio sin palabras de despedida, no eran necesarias. —.

Akutagawa planeaba obedecer estas palabras solamente por la condición dada, definitivamente no pensaba que el rubio cumpliera con las características para considerarse su superior, sin embargo por el momento lo dejaría actuar como tal para evitar que la mafia tuviera problemas extras a los que manejaban actualmente.

❛Boucle d'or❜Donde viven las historias. Descúbrelo ahora