FORBIDDEN LOVE

✨ Las Noticias✨

El día nublado había finalizado, ahora, la fresca madrugada impactaba cada ventanal en la ciudad, un nuevo día, un perfecto día.
El Coronel Sanders yacía recostado en su cama, pensando y asimilando sus planes para el día, cuando decidió encender la televisión.

"En otras noticias, nos informan sobre un supuesto joven quien, hoy en la madrugada, armó un revuelo en distintas redes sociales, donde recitaba, haber sido acosado y agredido FÍSICA Y MENTALMENTE por parte del Coronel Sanders, quien es dueño de múltiples franquicias. Es impresionante, además de ello, adjuntó una foto donde se aprecia su mano lastimada, y quien parece ser, el Coronel. Esto es algo-"

—Mierda

El coronel, molesto y nervioso, se levantó de la cama y comenzó a vestirse. Tomó un traje de su armario y comenzó a vestirse elegantemente para enfrentar toda aquella amenaza o noticia sobre lo sucedido.

Salió de su gran casa, tomó las llaves de su coche y condujo hasta la oficina.

Mientras tanto, Ronald, yacía en su habitación, riendo a carcajadas por lo sucedido, parecía estar orgulloso de lo que acababa de pasar.

—¡No puedo esperar a ver la cara de ese viejo!

Seguía carcajeandose en su cama, con el móvil en las manos.
Algunas horas después, caminó a su trabajo, el tonto trabajo donde debía maquillarse ridículamente para atraer clientes.
Poco a poco, se sentía decaído y decepcionado de lo que había hecho, es  decir, acusar a un gran y viejo hombre millonario, en lugar de trabajar para el. Ronald tenía algo en mente, no podría ser tan tonto.
En cuanto llegó al trabajo, aquel hombre intimidante salió y, apresurado, tomó de los hombros a Ronald.

—¡Ronald! ¿Estás bien? — Preguntó muy preocupado mientras miraba con tristeza al rostro de Ronald.

(Que mierda... Este chico está... ¿PREOCUPADO POR MI?)

—Lamentablemente no... Esto me ha puesto mal, no puedo creer lo sucedido.— Respondió Ronald, intentando convencerlo de estar dolido.

—No puedo creer lo que ha sucedido, debiste llamarme. No puedo dejar que te expongas de esta manera, si algo te llegase a pasar podría recibir una denuncia por parte de tus familiares así que... Hoy trabajarás en cocina.

—Creí que me darías el día libre.

—¿Eres tonto? Me preocupo más por mi dinero que por ti, deberías estar agradecido con eso. Anda a trabajar ya.

Aquel hombre entró al restaurante.

(Entonces... Esta situación me da beneficio, ahora estoy al nivel en el que el Coronel me prometió que estaría... Debería solo-)

Pensó Ronald mientras caminaba dentro del restaurante, cuando, repentinamente, el secretario Daniel se acercó furioso hacia el, Lo tomó de los brazos y lo llevó dentro de la limosina con una gran fuerza.

—¡EY QUE DEMONIOS TE PASA! — Preguntó Ronald entre gritos.

—¡NO! ¡¿QUÉ DEMONIOS TE PASA A TI!? MALDITO IDIOTA— Respondió Daniel, mientras sostenía con fuerza los brazos de Ronald, estando el secretario Daniel fuera de la limosina y Ronald siendo sometido en el asiento copiloto.