Primero

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Hoy la ví de nuevo, estaba hermosa, como siempre, sus ojos color miel iban a juego con las hojas de otoño que caían por su cabello, largo, cenizo, enrredado. Sin mencionar sus labios rosados como los árboles de cerezo al igual que sus mejillas, su piel totalmente blanca cual porcelana, ella es perfecta, ella es mi efímero sueño de madrugada...

Sonó el despertador tocando la melodía más hermosa del mundo, o bueno solía serlo, antes de que me despertara cada mañana; la golpee con un movimiento seco y rápido y dejo de sonar, seguido a eso me levante lo cual no es natural en mí, suelo cada día decirle a la nada que me deje dormir cinco minutos más, y se que es mentira, pues me quedaría así todo el día; procedí a darme una ducha mecánicamente (La verdad e tratado de evitar la palabra "mecánicamente" en mi vida, pero es imposible porque todo lo que hago últimamente la incluye) me sequé el cuerpo y el cabello y me vestí, naturalmente jeans negros, camisa azul oscura, tennis color gris con cordones blancos, chaquetón gris hasta las rodillas y la mochila de la universidad. Como mi cabello era castaño oscuro, liso y solía tapar un poco mi rostro me hacía parecer un ser oscuro pero interesante, con una historia por contar, sin mencionar mis profundos ojos negros y mi tez blanca que me hacían un personaje cada vez más interesante. No puedo mentir; en realidad no me molesta, me hace sentir importante, es decir, ¿A qué persona no le gusta que la gente se le quede viendo de forma un poco sorprendente?

Cuando salí de mí casa saludé amablemente al señor que siempre está a la salida de mi casa esperando que alguien le de algo de dinero por tocar el violín, la verdad es que amo el violín y amo como él lo toca, así que cada vez que traigo algo de dinero encima no dudo en dárselo, pero, no sólo porque toca como el más perfecto licor que puede tomarse en tu noche de bodas, sino porque a tenido una vida difícil; el violinista que me alegra las mañanas con una dulce melodía distinta cada día, no siempre fue la persona triste, decaída y solitaria que vemos hoy, en su tiempo máximo del clímax de la música clásica fue el mejor violinista del mundo, no sólo por tocar cada nota perfectamente sino también por dedicar cada una de sus melodías y presentaciones a la mujer que amaba; cada juez que lo veía decía que el tocaba con el alma, que incluso el tocaba almas...
¡Era grandioso! Y recuerdo que las noches de cada sábado a las siete en punto(Ni un minuto más ni un minuto menos) solía verlo tocar con mi madre, otro motivo por el cual amo su música, lastimosamente cegado por la fama y adolorido por la muerte de su amada, sin tener ya nadie quien inspirara sus melodías, se volvió adicto a los antidepresivos y lo vemos hoy aquí, tocando por dinero, no por amor. Es una de esas tristes historias de personas extraordinarias.

Después de oír la última canción de la mañana de Cristopher Collins (el violinista) ,me dirigí al paradero para tomar el autobús a mi universidad
"El gran centro de las siete artes" o "E.G.C.A" abreviado.Es una universidad para desarrollar talentos relacionados con las siete artes Arquitectura, Danza, Escultura, Música, Pintura, Literatura y Cinematográfia.

Cuando me subí al autobús, pagué el dinero correspondiente a la prestación del servicio y ubiqué un asiento vacío en la última fila del autobús, pareciera que estuviese ahí para mí, porque toda la ilera se encontraba vacía y se veía como por la ventana abierta caían lentamente con toda la paciencia admirable de una tortuga, las hojas del otoño.Cuando fije con la mirada que el asiento sería mío, ví un leve recuerdo que me atormentó por un segundo.

-¿Pasa algo?, preguntó el chófer del autobús

-No, negué con la cabeza y me acerqué al asiento

La verdad es que recordé el sueño antes de que sonara el despertador, recordé a la chica perfecta de ahí, sinceramente no es la primera vez que sueño con ella, ella interumpe en mis sueños desde que tengo uso de razón; la misma chica, el mismo lugar, el mismo sentimiento, pero diferente estación, lo más ilógico no es el sueño constantemente repetitivo, lo raro e ilógico en realidad es que me he enamorado de ella.

Diario de un suicida enamoradoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora