Marry me [ l.s]

Papá aburrido

Era una mañana habitual para Louis, él preparaba el desayuno, mientras su hija terminaba su tarea.

-Rosy, ¿estás segura de que no quieres entrar al club de matemáticas?- le preguntó el mayor a la más pequeña.

Rosy arrugó las cejas y miro a su padre con decepción. Lo cierto es que la menor era muy buena en matemáticas, ¿y cómo no serlo? si su padre era el mejor maestro. A la pequeña le gustaba la materia y le encantaría volver al club, pero el acontecimiento del año pasado hacia que se detuviera para volver a entrar.

El año pasado número-manía (el nombre del club de matemáticas de la escuela) estuvo en la final de la olimpiada matemática más importante del año y de Rosy dependía el punto ganador. Cuando la menor estuvo frente al escenario, frente a todo el público, sus compañeros y su papá, ella se sintió paralizada. Rosy tenía pánico escénico, empezó a sentir que el aire le faltaba, todo lo que sabía de repente se esfumó, ya no sabía ni su propio nombre, comenzó a tartamudear y el tiempo se la comió viva. Número-manía había perdido un premio poco importante comparado con lo que perdió Rosy esa tarde, su seguridad.

-Mmm no papá, no soy muy buena, no merezco estar ahí- señaló la menor con poca importancia.

-Oh vamos, no digas eso, eres la mejor, cariño, no te menosprecies- animó Louis.

-Ya no importa, mejor vámonos o llegaré tarde a clase- suspiró.

-Claro que importa, eres mi hija y no me gusta que te menosprecies, eres igual de valiosa que los demás, aparte no vas a llegar tarde no quieras engañarme, tu primera clase es conmigo, yo soy tu maestro- Louis frunció el ceño con un gesto divertido .

-Pues con más razón, ¡tienes que poner el ejemplo de la puntualidad!- soltó una suave risa la menor- pero lo pensare, ¿okay?

-Gracias, cariño- Louis intento darle un abrazo, pero la más chica se alejó.

-Basta papá, no seas tan cursi, me despeinas.

Los dos terminaron su desayuno y emprendieron su camino a la escuela.

-¿No estás emocionado?, ¡hoy te casas Hazz!- canturreo el rubio.

-Sí lo estoy Ni, solo que, no lo sé, creo que estoy nervioso- respondió el rizado.

-¡Ya llegaron tus cambios de vestuario!- entro a la habitación la asistente de Harry.

-Gracias, Kendall- le sonrió el rizado a la castaña- de verdad no sé que haría sin ti.

Harry se estaba probando su segundo cambio de vestuario, cuando escucharon que estaban hablando de él en el programa que estaba en la televisión.

-¿Harry Styles se va a casar?¡vaya que sorpresa!- dijo sarcástico el conductor- pero hey, recuerden que la tercera es la vencida, esperemos que este sí dure por lo menos dos días- se escucharon risas al fondo.