Comienzo I

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No me entendía, ni hoy, ni mañana, ni el resto de mis siguientes días, ella nunca lo haría, preferiría haberme quedado bajo un puente que pisar esta ciudad que me pone los pelos de punta, solo a mi madre se le ocurre que es una gran idea venir a un lugar donde siempre llueve, mi cabello se pondrá de puntitas y se largara,  siempre toma las decisiones mas importantes, y ¿donde queda la dulce y pequeña princesa de la casa? Sabrá el camión de basura porque yo, no.

Estaba molesta, recién había terminado con mi novio de internet al cual quería mucho, pero era un imbécil que se creía lo mejor del mundo, mi molestia se debe a que vi cierta fotos y videos de sus amigos, en uno de ellos aparece el gran tarado dándole un beso a una chica ¿maravilloso, no? Acabe todo tipo de lazo con él, no me merece, tampoco merecía ver conmigo todas las películas de Harry maravilloso Potter.

No faltaba mucho para llegar a la casa, aun seguía molestar así que me quede mirando por la ventana, por suerte no estaba lloviendo y era mas fácil mirar. Mamá se detuvo en un semáforo, ahí pude ver a un grupo de chicos haciendo bromas eran unos 6 en total, 4 chicos y dos chicas, pero uno de ellos se llevo mi atención, era alto seguro media unos 30 centímetros mas que yo, de tes muy blanca, no pude ver el color de sus ojos porque tengo astigmatismo, pero lo vi sonreír y eso hizo que las comisuras de mis labios se elevaran.

Después de unos minutos y con el animo al millón llegamos al nuevo hogar, vaya pesadilla, mi madre me enseño el lugar en el cual no estaba interesada, pero si me llamo la atención de que era grande, mi habitación era espaciosa y tenía una división en la cual estaba un librero. Antes de venir al lugar mama me conto que la antigua dueña era una escritora famosa que escribía sobre misterio y romance juvenil, lo curioso de esto es que no se casó, no tuvo hijos, y tristemente falleció hace poco por causas naturales.

Seguí observando la habitación ya amueblada y empecé a organizar mis cosas, encontré una estantería donde pondría mis libros grandes y pesados, y el resto en el librero mas grande, amaba mis libros y sobre todo mi crush con Patch, los ángeles caídos eran mi tema favorito, el suspenso me mata poco a poco la curiosidad, el romance me hacía sentir menos vacía, me enamore de los personajes sin conocerlos, su esencia me cautiva sin pensarlo, en fin, yo amaba irme de aventuras con gente que no conocía.

Seguí acomodando mi habitación, debía empezar de cero, todos mis recuerdos pesados decidí dejarlos atrás, quería nuevos, quería un romance juvenil, quería amigas, pero la cuestión en todo esto era que ¡no soy sociable! Es mi mayor reto, será difícil subir mi mirada teniendo un libro que me lo impida, pero lo hare, nada arruinará mi comienzo...

-Eli, ya llego la caja de los calzones! -grito mama desde el primer piso interrumpiendo mis pensamientos y motivación propia.
Excepto por ella. Que oportuna es, solo espero no tener vecinos chismosos.

Baje hasta la sala donde me grito, y efectivamente estaba mi caja, con unas letras enormes escritas por mi creadora, gracias dios, soy tu preferida.

-mamá, creo que hay mucha caja en esa letra. - le dije intentando ser graciosa, se le veía en la cara que estaba estresada.

- Y hay mas libros que calzones en esa caja, por eso andas ciegas. Saldré luego de guardar estas cajas, las llaves están en la encimera de la cocina por si deseas salir, y acomoda hasta donde puedas, si te pierdes solo llámame. Y por favor, arréglate ese pelo. – eso ultimo lo dijo entre risas, salió de la sala para irse a terminar y tal vez estresarse más de la cuenta.
Mi primer plan; salir, quiero conocer un poco mas y no perderme, se me da mal las direcciones, pero para algo esta Google maps. Regrese a mi habitación para terminar de acomodar.
Ya eras las 5 p.m., el tiempo paso rápido, me sucede cuando quiero que todo este perfecto, ya mañana será un desastre, pero al menos lo intente. Solo me faltaba colgar unos cuadros y estaría listo, ¿que lo impide? Que tendría que ir al sótano por los clavos y martillo, lo hare luego, en serio quiero salir.

Tome una ducha, lo primero que vi me lo puse, zapatos cómodos porque caminare mucho, baje al primer piso y tome las llaves junto a mi celular.

¿Les conté que este lugar es espantoso? Bueno, es horrible, al salir me quedo pensando a donde ir o que dirección tomar, dicen que si te pierdes en un laberinto debes ir siempre por la izquierda, ¿no? O ¿era derecha? Iré a la izquierda, cada paso que daba hacia que me sintiera tensa, como si alguien me observara, lo curioso es que no había nadie alrededor. Intente recordar el parque por donde pase esta mañana, estaba casi cerca de un bosque, ay no, que mal rollo pinta. Genial.
Por suerte y porque Diosito me ama, logre encontrar ese parque, seguí acercándome y visualice al mismo grupo, que raro, ¿no tienen casas o cómo?

Fui directo al columpio. A lo lejos escucho lo que hablan ese grupo.

-Te lo dijo John, ella nunca lo hubiera hecho, ¿porque acabar su vida así?  ¿Qué sabia ella que nosotros no? Dime, rompió con él, bailaba en la fiesta como si nada hubiera pasado, y de la nada ella ¿aparece muerta?, no me la trago.

-Dylan, ella menciono lo que no se debe mencionar. – recalco eso ultimo. - ¿ahora entiendes? Es raro, lo sé, pero dijo su nombre completo mientras estaba borracha. - Dylan abrió los ojos sorprendido, no se esperaba ese detalle.

-Kyle, no lo sabía, yo- no tenía más que decir, y fue lo mejor ya que notaron la presencia de cierta intrusa.

Vaya, el chisme viene solo, intente disimular, y no mirar quien era cada quien, pero puedo jurar que ese Kyle esta lindo, y su voz es muy cautivadora ¿será el chico que vi antes? ¿Por qué están tan callados? Volteo un poco y me llevo la sorpresa de que miraban a mi dirección.

Ay, que me lleve el plumero.

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⏰ Última actualización: Jul 31, 2022 ⏰

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