EN PAUSA. Te infiltras en la academia morimori, un internado masculino, fingiendo que eres un chico, simplemente porque preferías eso que ir a un internado femenino, pero al apuntarte al club de fotografía cosas raras comienzan a suceder, y puede qu...
Notita antes de empezar uwu. Quiero agradecer el apoyo que me estáis dando, adoro leer los comentarios que ponéis y ver que votais a mi historia me anima mucho, aún tengo muchas ideas para la historia y espero que os guste el capítulo 🤠🦄. Ahora comenzamos.
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-Y-yo... E-etto- tartamudeé- mierda, por que soy tan gilipollas?
El pelirrosa simplemente me miraba, expectante, mientras que seguía acorralando me contra la pared, ahí es cuando me di cuenta de nuestra cercanía, intenté soltar mis manos pero él las tenía agarradas fuertemente.
-Está bien, te contaré todo- cedí cambiando a mi voz habitual- pero por favor, suéltame.
Él me soltó y nos sentamos en la cama, él mirándome y yo mirando al suelo buscando las palabras correctas. Después del minuto más largo de mi puñetera existencia me atreví a hablar.
-Ahmmm, bueno, etto-titubeé- pues, a ver, mis padres me querían llevar a un internado, pero decidí hacer unos ajustes para venir a uno masculino, simplemente para ver qué pasaba y porque pasaba de estar rodeada de chicas las cuales están más preocupadas de que ropa ponerse que de conseguir trabajo en un futuro o de que les de sida. Así que ese es mi motivo principal.
-¿Y el motivo secundario?- preguntó bastante serio.
-Pues el salseo, el que si no iba a ser- dije volviendo a mi tono travieso.(rawr)
Él se rió, eso me tranquilizó un poco, y al escuchar su risa desconecté por unos segundos, entonces caí en cuenta de un punto importante.
-No le digas a nadie que soy una chica rogué juntando mis palmas- onegai, no quiero que me avisen 50 tíos y que me echen de la academia, no quiero que mis padres me encierren para siempre en un internado femenino, porfavor, porfavor.
Él puso sus manos sobre las mías, noté un pequeño escalofrío recorrer mi columna vertebral, no me tomé mucha importancia.
- Tranquila~ no se lo diré a nadie~- dijo con su típica voz - pero deberás hacer algo~.
Sentí su mano en mi cadera y acercó levemente su boca a mi cuello, noté su respiración en mi clavícula.
- Q-que ha-haces- logré pronunciar.
-Hmmm, tendrás que darme tu número de teléfono~- respire hondo recuperando el aliento perdido, solo era eso, menos mal, ya me temía lo peor, pensaba que no iba a salir virgen de esto, espera, si yo no soy virgen.
Le dije me que pasara su móvil, anoté mi número y se lo devolví, segundos después se formó un silencio incómodo que gracias a una deidad desconocida se acabó rompiendo por mi tono de llamada el cual era stronger de The Score. Miré quien me estaba llamando para casarme con esa persona automáticamente, vi que en la pantalla se podía leer "René🤡🤡👺💕" menos mal que esta pendeja sabe cuándo llamar aunque sea sin querer.
