💌 Choose me [ km; au ]

❥ Jungkook y Jimin

—Una porción más, por favor —pidió una voz. Inmediatamente agité mi cabeza y salí del trance mañanero que estaba teniendo. 

Y lo primero que pude ver fue a un pequeño rubio frente a mí. Seokjin tomó el tazón de Jimin y le sirvió esa porción de arroz que estaba pidiendo. 

Yo, por mientras, no podía comprender cómo es que ese rubio había usurpado mi casa. 

Sí, hace una semana y media que Jimin desayunaba, almorzaba, merendaba y cenaba con nosotros. Ni siquiera sabía cómo es que eso había llegado a ocurrir, pero de la nada me encontraba cocinando ya no solo para dos personas, sino para tres. 

—¿Cómo le va en el instituto a Jungkookie? —preguntó mi hermano mayor. Jimin me observó con atención, y luego de hacerle una pequeña caricia a Bam por debajo de la mesa, sonrió ampliamente.

—Bien, es inteligente —contestó con tranquilidad—. No se mete en problemas, y bueno, creo que eso es lo más importante. 

Mi hermano mayor asintió y me observó sonriendo mientras que yo aún seguía pensando en qué problema me había metido al acceder a ayudar a ese pequeño rubio.

Luego de soltar un suspiro continuamos desayunando hasta que se hizo la hora de irnos al instituto. 

Jimin ahora caminaba a mi lado en completo silencio, hasta que de golpe habló.

—Tienes que ayudarme con Namjoon, lo prometiste —recordó—. Hasta ahora no hemos hecho nada para acercarme a él. 

Yo abrí mi boca y suspiré. ¿Qué debía decirle? 

—No he pensado en ningún plan —expliqué con sinceridad—. Lo que tampoco entiendo es... ¿Por qué estás metido en mi casa a todas horas? ¿Acaso no tienes otras cosas que hacer? —cuestioné extrañado. 

El rubio elevó sus cejas y un pequeño sonrojo se hizo presente en su rostro. 

—Es que... —Se quedó en silencio por unos segundos y luego me miró con molestia—. Es de la única manera en la que puedo recordarte que tienes que cumplir con tu palabra —soltó de manera escandalosa—. No te cuesta nada. ¡Me prometiste que me ayudarías con él!

—¿Y es por eso que te ves obligado a invadir mi espacio personal? —pregunté incrédulo por sus palabras—. ¡Por favor! Lo único que falta es que de la nada quieras quedarte a dormir. 

Jimin frunció el ceño y me miró molesto.

—Es fácil, me ayudas o... o simplemente le diré a Taehyung lo enamorado que estás de él. —Se encogió de hombros—. Tú eliges... hacerlo bien, con mi ayuda y con la seguridad de que quiera estar contigo a cambio de que me ayudes con Namjoon; o no lo haces y le digo la verdad para que quedes como un tonto y un cobarde.

Abrí mi boca ofendido y cuando estuve a punto de contestarle una tercera voz nos interrumpió. 

—¡YO NO PUEDO CREER LOS TIERNOS QUE SE VEN A LA DISTANCIA! —Ambos volteamos nuestro rostro en dirección a esa escandalosa voz que solo le podía pertenecer a una persona. 

Jung Hoseok. 

Este al vernos juntó sus manos cerca del pecho y sonrió de manera fascinada mientras que a su lado Taehyung nos miraba de la misma manera. 

¡Él también está aquí!

—Tú eliges, grandote —soltó Jimin como último mensaje y yo tragué saliva al observar cómo el pequeño rubio corría para encontrarse con sus dos mejores amigos, quienes de inmediato lo recibieron y llenaron de besos y abrazos.