Caos

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"Volveré.... Lo prometo."

Christine abrió sus ojos, el sol le daba directamente en la cara, notó como se había quedado dormida en aquel sillón de su sala de estar, se enderezó un poco y una hoja de papel cayó a aquel suelo alfombrado, paso sus manos por su falda azul de su vestido, estirándose para recoger aquella carta, de la cuál de manera inmediata, reconoció . Reconoció inmediatamente la caligrafía, era de Stephen su esposo, habían pasado solo días cuando al fin, Alemania había firmado su rendición.... Stephen volvería a casa, después de 6 años en que había estado en el frente..

"Enserio que imaginación tengo, ¿magia? ¿Super héroes?" habló en voz alta mientras que en la radio comenzaba a sonar It's been a long, long time y se dirigía a la cocina a preparar un platillo, ya que en unas horas llegaría Stephen.

"¿Estás seguro que esta es la única forma en que podemos tenerla?" preguntó Wanda mientras observaba a aquella castaña quien estaba bajó sus poderes en esa habitación. Sinister Strange asintió mientras hojeaba el Darkhold, levantó su mirada viendo a la Bruja Escarlata. "Christine, sea de la realidad que sea, es muy inteligente... De forma inmediata notaría que hay algo raro... Por eso, debes mantener tus poderes mentales en ella, haciéndole imposible ver la verdad..."

"No se saldrán con la suya" habló el hechicero supremo quien veía a ambos hechiceros oscuros, desesperado al ver como jugaban con la mente de la Doctora Palmer mientras que América estaba inconsciente en un tipo de mesa de rituales.

"Oh créeme amigo, lo haremos..... Wanda obtendrá de nuevo a sus queridos hijos, mientras que yo tendré a Christine a mi lado de vuelta..."

"Por cierto, es tu turno en escena...." habló la bruja escarlata al hechicero oscuro, quien le sonrió. "Nada de juegos, ¿de acuerdo? El hechizo que necesitas para accedera tu otra yo, es este"

Wong vió como aquella variante entraba a esa habitación al mismo tiempo en que fisicamente cambiaba, de tener el cabello negro se tornaba casi un rubio sucio, su piel grisaseo de piel se tornaba a uno común como el de cualquier otra persona y sus ojos tomaban un leve brillo

El sonido de llaves se hizo presente en aquella casa en los suburbios de Nueva York, Christine estaba sacando una charola de muffins del horno mientras bailaba levemente al compás de In the Mood canción de Glenn Miller y su orquesta, cuando un par de manos la sujetaron de la cadera. Christine dirigió su mirada por el rabillo del ojo, topándose con un uniforme militar y un par de medallas. Se giró completamente topándose con un par de ojos, un par de ojos verdosos azulados con un par de lágrimas amenazando en caer.

 Se giró completamente topándose con un par de ojos, un par de ojos verdosos azulados con un par de lágrimas amenazando en caer

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"¡Christine!" habló el soldado quien aún tenía puesta su gorra de plato en aquel uniforme tan limpio.

"¡Oh Stephen!" la joven se arrojó a los brazos de aquel valiente soldado doctor quien había servido a su país; escondió su cara en el cuello de aquel soldado, mientras derramaba lágrimas de felicidad de tenerlo de vuelta en su hogar, en aquella casa.

Doctor Strange & His Spider - Son in The Multiverse of MadnessDonde viven las historias. Descúbrelo ahora