Katsuki se apresuró a cerrar
fuertemente el cajón, aunque su cara
estaba inclinada hacía el suelo se podía percibir lo roja que estaba.-Esa es la pulsera que mi madre me regaló en mi cumpleaños, la tenía
guardada en una cajita en mi habitaciónla perturbación mostrada en su rostro - ¿Que hace esto en tu cuarto Kacchan?- Yo yo yo eso no es tuyo, es es solo que se parece mucho a tu pulsera- su voz demostró lo contrario, su nerviosismo claro en ella.
- ¿Qué? Pero si es idéntica, hasta tiene mi Nombre grabado al interior de ella-la perturbación paso rápidamente al enojo y confusión.
- Yo... esa mierda no es importante,
ahora terminemos el estupido trabajo para que te pu-puedas largar.-Creo que lo mejor será que me vaya
a mi habitación- a paso apresurado - hagamos en otro momentome iré camino hacia la puerta, era obvio que después de ese momento perturbador e incómodo lo primero que haría es irse.
-NO!!
Con fuerza tomó el antebrazo del peliverde y lo arrinconó contra la puerta. No sabía por qué lo hacía, pero no quería que Izuku se fuera, quería pasar más tiempo con él, no importaba el modo de que lo logrará.
Arrimó su cuerpo junto al contrario y pegó su cara en la curvatura de su cuello, aspiró profundamente el olor natural del pecoso que lo volvía loco y comenzó a repartir pequeños y dulces besos, los cuales hicieron suspirar entrecortadamente al más pequeño.
-Ka-Kacchan que haces mmh-los suspiros mal contenidos de Izuku
animaron a Katsuki a dar una lamida
desde el cuello hasta debajo de la oreja.- Mmh! Más, Kacchan~
Al escuchar el fuerte gemido fue sacado de su ensoñación, y se alejó rápidamente de él, tropezó unos cuantos pasos hacia atrás y se dejó caer el su cama, sosteniendo su cabeza entre sus manos y murmurando algo.
-Kacchan
- No carajo esto está mal muy mal, qu que haré ahora, perdoname I-izuku - levantó su cabeza e Izuku vió sus ojos cristalizados le advirtieron que pronto llorará.
Izuku se sorprendió. No iba a negar que desde niños Katsuki le había parecido increíblemente atractivo y que había sentido una gran atracción hacia él desde que lo conocía, pero también el ser despreciado por los chicos desde muy joven le hacía tener miedo de ser rechazado, de alguna u otra forma.
El encontrar una pulsera muy personal para él en el cuarto de katsuki fue algo sorprendente y perturbador al mismo tiempo.Y después de eso ser besado por Katsuki fue excitante y extraño al mismo tiempo.
