Capitulo 2 "El experimento"

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Sesshomaru abre lentamente los ojos recordando que le había pasado, recordó que un hombre se coló en su casa y lo golpeó fuertemente dejandolo inconsciente, se levantó y vio que estaba en una celda,

- ya despertaste
Sesshomaru: ¿quién eres, que quieres de mi?
- tranquilo, mi nombre es Naraku y yo he mandado a mis hombres a que fueran por ti
Sesshomaru: ¿para qué?
Naraku: primero déjame contarte una historia, hace muchos años en el periodo sengoku, humanos y demonios luchaban en una guerra sin fin, los humanos salieron victoriosos de esa guerra ya que habían eliminado gran parte de los demonios, los que quedaron vivos se escondieron, cada que iba avanzando el tiempo los humanos comenzaban a tener toda esta tecnología y los demonios no les quedo de otra mas que esconderse, la mayoría se enamoraba de los humanos y los que quedaban morían, los demonios fueron extinguiendose cada vez más hasta no quedar nada de ellos
Sesshomaru: ¿por qué me cuentas todo esto?
Naraku: te lo digo ya que yo Naraku he encontrado la manera de traer de regreso a los demonios
Sesshomaru: ¿qué? - estaba sorprendido, ¿los demonios podían regresar de nuevo a este mundo?
Naraku: como lo escuchas, de seguro escuchaste el rumor de que hay humanos desapareciendo, pues soy yo el que los a estado secuestrando
Sesshomaru: ¿por qué secuestras a gente inocente?¿para que quieres traer de regreso a los demonios?
Naraku: los secuestro para mi experimento y quiero traer de regreso a los demonios porque yo Naraku quiero dominar el mundo, los humanos serán mis esclavos y los demonios mis soldados
Sesshomaru: ¿acaso eres un demonio?
Naraku: que comes que adivinas -sonríe - si, yo soy un demonio, soy el único que existe en este mundo

Sesshomaru estaba en shock, por su cabeza le paso el porqué lo queria

Naraku: se me olvidaba decirte, ¿sabes por qué estas aquí?
Sesshomaru: no
Naraku: tu eres descendiente del clan de los perros demonio, lo sé por tu cabello plateado y tus ojos dorados, tus antepasados eran yokais poderosos, si te transformó tendré en mi ejercicio a un yokai poderoso, serías mi mano derecha
Sesshomaru: no voy a trabajar para ti, no voy a lastimar a mi propia especie
Naraku: eso está por verse

Unos hombres entraron a la habitación, abrieron la celda y tomaron a Sesshomaru a la fuerza

Sesshomaru: sueltenme desgraciados
Naraku: si fuera tu me dejaría
Sesshomaru: eso nunca
- que hacemos señor
Naraku: pongalo en la camilla de experimentos, vamos a ver si puedo liberar su sangre demoníaca

Los hombres se fueron a donde les ordenó Naraku, esposaron a Sesshomaru por los brazos y las piernas, Se movía con tal de safarse

Naraku: si sigues moviendote te dolerá más - lo decía con una inyección en la mano que contenía lo que haría que Sesshomaru se transformase
Sesshomaru: aleja esa cosa de mi - intentaba safarse
Naraku: chicos podrían ayudarme con este jovencito
- si señor

Tomaron a Sesshomaru hasta lograr que este dejará de moverse, Sesshomaru sentía el algodón tocar su piel para después sentir cómo una aguja se enterraba en ella esparciendo el líquido por todo su cuerpo

Naraku: ya pueden soltarlo

Los hombres obedecieron, Sesshomaru se sentía débil de repente sentía como su cuerpo no le respondía

Sesshomaru: ¿que me hiciste? - apenas y podía hablar, su voz se escuchaba débil
Naraku: dentro de un rato el líquido te hará efecto, por ahora descansa ya que cuando te transformes ya no habrá vuelta atras

Naraku fue a un lugar alto en el que podría ver el espectáculo perfectamente. Pasó unas horas hasta que el cuerpo de Sesshomaru comenzó a palpitar, cada minuto que pasaba su cuerpo cambiaba, su cabello crecía más de lo que ya era, sus uñas pasaban a ser grandes y filosas garras, sus orejas se ponían puntiagudas, le salieron colmillos muy afilados, en sus mejillas comenzaron a aparecer dos franjas color magenta y le apareció una luna en la frente de color morada, Sesshomaru se retorcia del dolor que estaba pasando por su cuerpo, cada cambio le dolía, hasta noto que su ropa comenzaba a romperse ya que estaba creciendo más

Naraku: jajaja - reía con malicia - parece que por fin logré mi objetivo, mirate te estas pareciendo cada vez más a un demonio
Sesshomaru: ya no quiero más, detente - le costaba hablar, su cuerpo dolía demasiado

Después de varias horas de dolor, al fin Sesshomaru se convirtió en un demonio, el pobre estaba cansado y adolorido, no sabía porqué pero tenía el presentimiento de que no podía derramar lágrimas ya que si no fuera así hubiera llorado desde hace rato

Naraku: felicidades lograste salir con vida, muy pocos lo logran, pero me alegro de que hayas sobrevivido
Sesshomaru: ¿que me vas a hacer ahora?
Naraku: voy a probar tus técnicas de combate, ahora eres un demonio perro ya que tu sangre fue liberada y ahora no tienes ni una pizca de sangre humana, alegrate vivirás una larga vida, ya no te tienes que preocupar por morir de vejez
Sesshomaru: aunque quieras nunca trabajare para ti, eso tenlo por seguro
Naraku: como te dije antes, eso está por verse, podrás huir pero nunca esconderte

Después de decir esas palabras, Naraku se fue del lugar para dejar descansar al ahora yokai, Sesshomaru pensaba como podría escapar. Era de noche y todos estaban dormidos menos Sesshomaru, el se dio cuenta que poseía una técnica que derretia las cosas ya que sin querer se había dañado un poco con eso, toco las esposas y de sus manos apareció un brillo verde que en un abrir y cerrar de ojos la derritio, hizo lo mismo en sus piernas, Sesshomaru era libre sólo tenía que hayar la forma de escapar, vio una ventana y no dudo en ir hacia ella, trepó el muro y salió por la ventana, era al fin libre, salió corriendo hacia la ciudad, necesitaba contarle a sus amigos lo que le sucedía a las personas que eran secuestradas. Llegó a su casa sin problema pero antes de entrar fue a casa de sus amigos a advertirles, llegó a la Universidad y vio a Juan y Julio parados en la entrada

Sesshomaru: chicos

Juan y Julio se giraron para encontrarse con un monstruo, se asustaron y salieron corriendo

Sesshomaru: esperen

Los siguió, Juan y Julio estaban tan asustados que no se dieron cuenta que el demonio apareció delante de ellos chocando con el

Sesshomaru: chicos, soy yo Sesshomaru
Juan: mientes Sesshomaru no es un monstruo
Sesshomaru: pero soy yo, sólo que me hicieron algo
Julio: alejate, demonio

Esas palabras hirieron mucho a Sesshomaru, ¿de verdad no lo reconocían?, Sesshomaru se fue de hay, de todos modos no lograría que sus amigos le creyeran. Su vida ahora sería un infierno

Continuará

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Nos leemos después

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