Su vida no era para nada fácil siendo el jefe del escuadrón anti-drogas de la brigada de policías japonesa, además, siendo un Omega que todos subestimaron mal y que su propio destinado fuera el mafioso más poderoso en todo el continente asiático a el mundo, estando metido en el contrabando de drogas y armas junto con detalles a encargo.
Era simplemente un gran dilema, uno constante que siempre estaba rodando en su cabeza.
Seguramente estarían pensando de que ellos se conocieron, en términos simples, por la droga, el al ser un policía y el otro un yakuza era algo que se podría deducir y armar toda una historia alrededor de eso con solo unas palabras que se podían conectar al instante, pero...
Bueno, estaban bastante equivocados la verdad.
Se habían conocido hace años, si no mal recordaba, cuando había tenido su primer celo a sus quince años y el contrario veinte en medio de la calle, atrayendo a un montón de Alfas por sus feromonas. Aún podía sentir el miedo de esa vez recorrer su espina dorsal cada vez que lo recordaba y por alguna razón que agradecería siempre, era de que el mayor hubiera estado ahí, justo en ese momento.
Sí, podría ser un Alfa pero le ayudo sacándolo de ahí, llevándolo a un callejón alejado donde le dio un suspensor para luego irse como si nada, ni si quiera como si se tratara de su propio destinado. En un punto lo olvido por completo, olvido aquella pequeña carga eléctrica que recorrió todo su cuerpo al sentir un apretón de manos, el olor a menta proveniente de su cuerpo y hasta su rostro.
No lo había vuelto a ver hasta que se graduó de su academia como el mejor de su generación en esta a sus veinticinco años, siendo casi el único Omega si no hubiera sido acompañado por su mejor amiga, Momo Yaoyorozu que también pertenecía a su misma casta en su misma generación. Podía apostar que todos aquellos Alfas que le dijeron de todo habían recibido una patada muy baja o en la mismísima nariz de su lobo.
Su primer caso a cargo fue relacionado con una red de tráfico dirigida por el mayor, decir que no resultó bien es bastante poco. Por un descuido de su parte lo había dejado escapar, si tan solo no lo hubiera tocado no habría quedado en shock al saber o recordar quien era y su tonto lobo cayó rendido a sus pies tal como su cuerpo lo había hecho con una herida de bala en su hombro, hasta tal vez le habría podido disparar en alguna parte del cuerpo para que no escapara, siempre y cuando no fuera una parte de riesgo para llevarlo tras las rejas.
Los siguientes días fueron muy raros, además de pesados. El regaño de su superior había sido bastante extenso dejándolo cansado mentalmente haciéndolo que solo quisiera hacerse bolita y llorar de frustración en su cama, pero resultó que cuando llegó a su respectivo hogar encontró a ese... Alfa que tenía de destinado de lo mejor sentado en uno de los sillones de su sala, preguntándole si la herida en su brazo estaba bien, herida provocada por uno de los suyos cuando lo vio muy cerca de su jefe. Se le veía bastante preocupado, hasta le reviso el vendaje más de una vez además de decirle que lo iría a revisar cada día al sentirse culpable.
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❁ཻུ۪۪ 𝘁𝗼𝘅𝗶𝗰┋ izusho.
أدب الهواة❁ཻུ۪۪ 𝘁𝗼𝘅𝗶𝗰┋ El, un Omega ignorado y desplazado a solo ser una cara bonita en las fuerzas anti-drogas, y él, un Alfa con poder mundial por sustancias ilícitas dándole su lugar como Todoroki Shoto, su Omega y mejor tesoro, valioso en belleza y f...