Primer día de clases, al menos de segundo año. Sin duda alguna este sería mi año, son las 6:30 de la mañana y voy demasiado tarde. Mi alarma debía sonar hace media hora para que me diera tiempo perfecto para arreglarme.
Veamos el lado positivo, pudiste dormir más de lo que has dormido en un primer día.
Buen momento para hablar querida conciencia, mejor callate y dejame plancharme el pelo en paz.
– Grace, el desayuno está listo, baja ahora. Escuché a mi mamá decir.
– Ya casi termino, dame cinco.
Bajé tan rápido como pude a la cocina, y ahí estaba ella, aun no entiendo como su cabello negro podía lucir tan bien a estas horas, seguro es porque es lacia. Dios mío qué envidia. Tomé mis cosas y mi té tan rápido como pude y me metí al auto.
¿Por qué el camino se hace largo cuando ya quieres llegar?
Se le llama ansiedad querida, a este punto deberías saberlo.
Cállate de una vez, estoy intentando recordar si olvidé algo
Te ves increíble, pero seguramente olvidaste poner aceite en tu pelo, eso terminará muy mal para una primera impresión.
Mierda, hoy veré a Ethan por primera vez, quería verme...
– ¿En qué tanto piensas? Has estado muy callada desde que salimos de la casa
– En los grupos, ya sabes que no los anuncian hasta hoy... Espero que me toque con Verónica.
– No importa con quien te toque, tienes muchas amigas más, no?
– Sí mamá, solo que me gustaría estar con ella. Como sea, nos vemos al rato.
Salí del carro a toda velocidad para encontrarme con Verónica, habíamos acordado ver las listas juntas.
–¿Estás bien? – Escuché a Verónica decirme.
– Oh sí, lo siento, solo tengo mucho en la cabeza. ¿Vamos a los salones?
– Espero este año sí nos toque juntas – Me dijo Verónica mientras nos dirigimos a los salones.
Pareció una eternidad el trayecto de la entrada al primer salón, 2ª "A". Sonará estúpido, pero por excepción del año pasado, siempre había quedado en el primer grupo y amaba eso.
Dos malas noticias y una buena, ¿cuál quieres primero?
Mierda, el nombre de Verónica no está aquí
Sigue habiendo una mala y una buena
Supongo que la buena es que yo si estoy, así que iré en el primer grupo.
Así es, pero no estás con Verónica y ni hablemos de Ethan.
Ethan! Mierda, espero verme bien y...
– Quizás el próximo sea nuestro año. No te desanimes – Verónica intentó decir de forma positiva.
– Eso espero. Te acompaño a tu salón.
El recorrido no fue tan largo, pero las dos sabíamos que realmente queríamos estar juntas.
Ponte feliz ahí viene Ethan!!
– Ethan viene para acá.
– Lo sé, ya lo ví– dijo Verónica restándole algo de importancia. – Espera, ¿ustedes siguen hablando? ¿Por eso vienes más arreglada de lo normal? Oh por Dios, el te gusta. – Tuve que taparle la boca y llevarla a un pasillo más cerrado.
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El recuerdo de lo que fuimos
RomanceGrace es una chica que no ha tenido la mejor infancia de su vida, hace lo mejor que puede y les cuenta a los demás su historia de amor