Las pisadas en la arena son efímeras, de inmediato que el viento pasa estas son cubiertas al instante. Quizá tan efímero como la vida, o quizá no. Oigo las olas golpear contra algunas rocas y pienso en la soledad que me rodea, en la nostalgia tan grande que me invade.
La playa se volvió triste después de tu repentina partida. La luna es la única compañía que me queda en este lugar y lo peor es que hasta en ella veo tu rostro, tu sonrisa y tus ojitos verdes, siempre busco tu cara en la cara de luna cada que vengo por aquí para no sentirme tan sola y desamparada.
El sonido del mar me genera dolor, nostalgia también. Siempre anhelo que regreses y que me digas que solo fue una broma de mal gusto.
Suelo hasta sentarme en la orilla del mar imaginando que escucho tu voz en las olas del mar, también sumerjo mis manos en esta pensando que así puedo sentirte de nuevo, mientras siga escuchando tu voz y pueda sentirte entre las olas no puede faltarme nada.
A pesar de que solo es producto de mi imaginación me ayudará a sobrellevar el inmenso dolor por algunos días. O tal vez no, tal vez te siga buscando.
Te busco en la luna, en el mar, en la arena, bajo las rocas y en las caracolas que encuentro en la playa tratando de volver a oír tu voz, tratando de lograr verte a los ojos de nuevo Ray.
Tratando de saber si llegaste bien, si te sientes feliz allá arriba o si te sientes aburrido, pero no logro saberlo. No logro saber nada de ti.
Cuando escucho la radio lo único que hago es cambiar la estación porque todas las canciones me recuerdan a ti, a tu bonita manera de ser y tu voz.
Oír tu voz es un martirio a veces, porque te siento tan cercano y no estás aquí, ni volverás a estar aquí y no tengo la certeza de que cuando me vaya te volveré a ver.
Te extraño Ray, con cada parte de mi ser, mis manos extrañan sentirte y mis brazos extrañan tus abrazos, mis oídos extrañan tus voz, mis ojos extrañan mirarte y mi memoria solo desea ser borrada para olvidarte un momento aunque sea, para no sentirme tan triste y sola por un rato.
Yo sé que tal vez tú nunca escuches mis palabras ni mis pensamientos, por lo cual solo puedo seguir buscando tu cara en la luna, tratando de oír tu voz en la radio o en el mar, buscando tu alma en cualquier parte de esta playa, buscándote en las canciones que me hablan de ti o buscarte en mis sueños, donde estás un rato conmigo y donde no deseo despertar para seguir teniéndote.
Que triste es la vida sin ti, pero al mismo tiempo me da felicidad todo lo que me dejaste. Ray, mi rayito de luna, la falta que haces es grande.
