Ya no hay tiempo

1 (adelanto)

Chloe

No puedo dejar de correr. No debo dejar de correr, porque de eso depende mi vida.

Jamás podré olvidar lo que acabo de ver, su cara, sus ojos suplicando mi ayuda, sus gritos, sus sollozos. Jamás podré olvidar el silencio después de ese grito tan desgarrador. De la nada deje de escuchar, todo quedó en silencio. No quería mirar, pero lo hice, y lo que vi quedó grabado en mi cabeza y en mi alma para toda la vida, cuando subí la mirada me encontré con la de él, con la mirada del hombre en que creía confiar, en el hombre que me juró que jamás me haría daño. Me encontré con la mirada de un hombre vacío, frío, inhumano, sin sentimientos, despiadado, cruel, sin el más mínimo indicio de culpa. Un hombre que no se merecía nada más que sufrimiento, soledad, dolor; él merecía morir.

Cuando vi todo lo que había sucedido entendí que lo único que debía hacer era correr, correr hasta que las piernas no me dieran más, correr hasta estar lo más lejos posible, correr hasta olvidar, correr hasta estar a salvo.

Escucho pisadas detrás de mí, sé que me están persiguiendo, sé que esto no se ha acabado.

Mientras sigo corriendo giro para ver quien me persigue. Cosa que no debí hacer, ya que al no estar viendo por donde corría tropecé y terminé en el suelo.

No tengo que mirar para saber que ya están al lado mio. Puedo ver sus sombras.
Me giro para mirarlo por segunda vez en la noche

- Por favor no me hagas nada, te juro que no diré nada - me tiembla la voz debido al miedo que siento y a que me falta el aire, corrí demasiado - Yo me iré muy lejos y no volverás a saber de mi, te lo prometo.

me levantan y me ponen un paño muy húmedo en la nariz. Me muevo intentando quitarme eso de la nariz, pero me inmovilizan y siento que de apoco voy perdiendo el conocimiento, siento que me duermo.

Pongo todo mi esfuerzo en intentar mantenerme despierta, pero me es imposible.

De repente escucho su voz, esa voz que antes me daba paz y que ahora solo me genera terror.

- Tú jamás podrás irte, porque eres mía desde el primer momento en que te vi.

Eso es lo último que escuchó antes de sumirme en un sueño profundo, del que no se si volveré a despertar, del cual no se si quiero despertar. Esto es una pesadilla. Una pesadilla que recién empieza y la cual viviré totalmente despierta y consciente. Una pesadilla en la que yo misma me metí.