¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
... Dear Mike ...
Hola... No, creo que eso suena muy básico.
Quierido Mike... (realmente no se porque te saludo, ni siquiera se si esto será enviado, solo quiero desahogarme).
Tiene tiempo que no hablamos y... Realmente me tiene mal. Es tonto quizás, es que me pone la piel chinita al pensar que cada vez te apartas un poco más de mi, pues no es algo muy bueno que digamos, sobre todo porque tu y yo nunca hemos sido distantes. Simepre estuvimos juntos desde el primer día.
¿Recuerdas el primer día? Me da risa recordarlo, es que todo fue muy irónico... Intentaré escribir lo que pasó con esta historia si no te importa, un poco de lo que yo pienso ¿tal vez? Okay, entonces....
Llegué por primera vez al jardín, yo era muy pequeño, creo que tenía como cinco o seis años. Es que ha pasado tanto tiempo desde aque día y esas cosas como la edad no son lo suficientemente importantes como conocerte a ti, claro...
En fin, recuerdo haber estado llorando un poco por lo asustado y solo que me sentía. Mi corazón no paraba de latir rápido al ver el montón de niños mayores que yo corriendo por todo el patio, jugando y divertiendose como cualquier otro niño de su edad. Y claro, yo no tenía amigos con los cuales pudiera compartir momentos y jugar como los demás, por eso mismo solo me acerque a unos columpios, un poco oxidados, pero no tenía otra opción y me senté. No me estaba columpiando, solo estaba sentado observando a los demás tímidamente.
Quería divertirme, quería pasar un buen momento... Pero nadie se acercó, nadie quería jugar conmigo.
Y de pronto... Vi un chico pelinegro acercarse... Si... Tu, Mike. El miedo me invadió por completo, pero tenías una sonrisa muy grande al verme allí sentado, te acercaste un poco más aún muy risueño. Cuando vi que te acercabas alcé mi mirada un poco más para verte a ti. Luego te paraste completamente enfrente de mi y no tardaste mucho para tomar aire y después preguntarme.
<<¿Quieres ser mi amigo?>> Preguntaste tímidamente. La sangre recorrió mis mejillas rápidamente poniéndose color carmesí. Reí un poco nervioso y respondí solo asintiendo. Tu respondiste mi sonrisa sonriendo un poco más. Te sentaste en el columpio de alado y me preguntaste mi nombre, después yo te pregunté el tuyo y desde ahí te volviste mi mejor amigo.
Salíamos todo los días en nuestras bicicletas a pasar el rato fuera de tu hermoso y grande jardín. Nos divertíamos demasiado juntos, incluso tu hermana mayor, Nancy. Amababa darnos dulces a escondidas o también hacer travesuras con nosotros, pues ella aún siendo cuatro años mayor que tu y yo le gustaba pasar tiempo con ambos.